Mientras las Asociaciones de Psiquiatría o de Cardiología de EEUU, estudian medidas y normas éticas para reducir la financiación de Congresos y comidas por parte de la Industria, con la consecuencia de ajustar los presupuestos, nuestras Sociedades Profesionales siguen acomodadas en el feliz mundo de los pagos y subvenciones. ¿Hasta cuando?

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