Hemos hablado de las efectivas estrategias de venta de medicamentos de la industria farmacéutica, causantes de una epidemia de farmacologización del razonamiento clínico y de polimedicación de los pacientes. Estas estrategias las dividíamos en manipulación de las percepciones a través de:
(1) la continua campaña de imagen -«empresa innovadora que gracias a sus colosales inversiones producen medicamentos altamente beneficiosos»- que tiene el fin de legitimar sus gigantescos beneficios y convencer a los médicos de que prescribir es un gesto que va a favor del avance de la humanidad porque apoya la investigación, ignorando que los nuevos medicamentos cuestan 18 veces menos de lo que afirman, que los nuevos medicamentos son mayoritariamente copias malas de los antiguos y que gastan en promoción el doble que en investigación
(2) el intenso y extenso marketing directo a los médicos que incluye, además de los regalos, becas de viaje, pagos por protocolos o asesoramientos, la formación médica distorsionada (perdón otra vez, continuada)
Hoy hablaremos de la otra estrategia de venta, la más perversa: la manipulación de la evidencia que pretende y consigue sesgar el conocimiento médico y, por tanto, perjudicar a los pacientes.
La industria sabe que a pesar de que los médicos nos auto-engañamos en relación con la influencia de sus regalos en nuestras decisiones esa vía es un callejón sin salida. Tanto la progresiva maduración profesional o social como el cerco legal van en su contra.
El movimiento por la transparencia que ha comenzado en USA es imparable y la actual crisis está viendo una creciente alergia de los ciudadanos hacia distintas zonas de discrecionalidad (política, bancaria, etc). Más pronto que tarde, los ciudadanos se preguntarán (masivamente) a qué juegan sus médicos y o cambiamos antes o perderemos la confianza de la sociedad.
Desde luego, gran parte del asunto pasa por tener ciudadanos informados y esa es una estrategia que desde NoGracias queremos impulsar: información objetiva dirigida a los consumidores acerca de los medicamentos y las tecnologías sanitarias (será motivo de otra entrada).
http://www.worstpills.org/
Como decía, la manipulación de las percepciones del médico mediante el marketing directo, en mi opinión, tiene los días contados (y en eso nos empeñaremos). Por eso, la gran estrategia de la industria, la más difícil de controlar, la más sofisticada y, también, la más dañina, es la manipulación de la evidencia |
Existen CUATRO grandes áreas de manipulación de la evidencia:
1- Manipular el conocimiento clínico para conseguir más diagnósticos y, por tanto, más ciudadanos susceptibles de recibir un medicamento: en esta estrategia incluiríamos el sobrediagnóstico y la invención de enfermedades (disease mongering)
http://www.preventingoverdiagnosis.net/?p=315 |
http://sellingsickness.com/ |
Es fundamental la lectura del libro, Overdiagnosed de Welch
y su círculo viciosos del sobrediagnóstico
y el de Juan Gérvas y Mercedes Pérez
O el de Moynihan y Cassels
Solo dos datos a modo de ejemplo. El cambio de los criterios diagnósticos de diabetes y de hipercolesterolemia a finales de los 90 incrementaron el número de personas susceptibles de ser tratadas con medicamentos de una manera abrumadora
Lo mismo con la hipertensión arterial y el sobrepeso
Y ustedes dirán ¿es eso un problema? Me temo que sí. En un famoso artículo publicado hace unos años en el NEJM se demostró como intentar que los diabéticos mantengan la mayoría del tiempo una cifras de glucemias cercanas a la normalidad (terapia intensiva) incrementaba su mortalidad
Welch exclama con mucha razón
Ya se encargará la industria de asustar a los ciudadanos
con la colaboración de los políticos (¡qué buenos son!)
y convencer a los médicos de la necesidad de tratamiento precoz e intensivo
http://www.hemosleido.es/2009/06/22/de-la-evidencia-cientifica-a-la-evidencia-de-la-practica-de-los-antidiabeticos-en-espana/ |
2- Manipular el diseño de los ensayos clínicos para conseguir los resultados deseados: los ejemplos los expuso Richard Smith (ex- editor del BMJ) en su artículo del Plos
La idolatría por las variables surrogadas estaría dentro de estas estrategias
3- Manipular los artículos científicos que se publican mediante tres estrategias:
– publicando solo los estudios con resultados positivos (sesgo de publicación): es famoso el caso del antidepresivo reboxetina, un medicamento que con la evidencia publicada hasta ese momento era casi insuperable y que cuando se tuvo acceso también a la no publicada acabó siendo semejante al placebo y con más efectos secundarios que sus competidores
– o encargando la redacción de los artículos científicos a escritores profesionales pagados por la industria (ghostwriting):
en 40 de 44 artículos publicados en esta revisión
http://www.plosmedicine.org/article/info:doi/10.1371/journal.pmed.0040019 |
en un proceso muy estandarizado
y no concediendo acceso a los datos crudos de la investigación a los científicos que con buena voluntad colaboran con la industria. Es conocido el caso de Blumsohn que se negó a firmar un artículo en el que P&G del bifosfonato Actonel no le dio acceso a los datos que él mismo había trabajado sino que le envió directamente las estadísticas y el artículo para firmarlo. La Universidad de Sheffield lo echó del Departamento del Profesor Eastell quien acabó firmando el artículo asegurando falsamente que había tenido acceso a dichos datos. Blumsohn se ha hecho famoso y tiene un blog muy interesante (donde publicó toda la secuencia de sucesos) y ahora escribe sobre ética de la investigación.
Su jefe Eastell acabó siendo expulsado de su puesto en el NHS
http://www.timeshighereducation.co.uk/196007.article |
– La tercera estrategia de manipulación de los artículos científicos incluye las anteriores pero merece la pena resaltarse. Se trata de los conflictos de interés. Si un investigador tiene una alta intensidad de relaciones con la industria es muy probable que los resultados de sus investigaciones financiadas por la industria tengan una cierta tendencia a concluir a favor de promotor
En el caso del antidiabético Avandia (rosiglitazona) retirado en 2010 por un exceso de mortalidad cardiovascular de 431 pacientes por cada 100.000 personas que lo tomaban, con un interminable rosario de decisiones excesivamente conservadoras hasta su definitiva retirada, cuando ya se sabían sus efectos adversos mortales
Es muy interesante analizar los artículos aparecidos durante esos más de 10 años de comercialización del Avandia y comprobar, cómo no, que los artículos escritos por científicos con conflictos de interés con GSK tienden a descartar sus efectos adversos cardiovasculares con mucha más frecuencia que aquellos otros artículos escritos por científicos, digamos, más independientes
Todo este entramado de conflictos de interés de los científicos, sesgo de publicación, ghostwriting, sumado a la formación médica distorsionada o el marketing directo en forma de regalos, becas de investigación, viajes, etc.. han conseguido, por ejemplo, que la Terapia Hormonal Sustitutiva se siga recomendando
o que el Neurontin (gabapentina), un antiepiléptico, se vendiera durante años con más frecuencia para otras indicaciones no aprobadas (dolor, ansiedad, prevención migraña, etc..) que para las que tenía indicación
4- La última estrategia de manipulación de la evidencia consiste directamente en distorsionar los datos de los ensayos clínicos para conseguir publicar artículos favorable. Así fue, otra vez, con el Neurontin
http://www.plosmedicine.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pmed.1001378 |
y así parece que va a ocurrir en el caso del Tamiflu (el medicamento vendido en todo el mundo con motivo de la pandemia de la Gripe A) considerando las largas que Roche da a los investigadores independientes para no entregarles las bases de datos de los ensayos clínicos no publicados que avalaron el único artículo que determinaba una reducción del número de neumonías y complicaciones graves en pacientes con gripe y que sirvió de base para que la OMS recomendara su compra masiva
Este escándalo ha saltado tras la actualización de una revisión Cochrane
y la denuncia, de uno de los autores de la revisión, de la obstrucción sistemática y persistente de Roche al acceso de los datos de los ensayos clínicos no publicados
muy bien narrado en este artículo imprescindible del Plos
http://www.plosmedicine.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pmed.1001201 |
El BMJ ha puesto en marcha una inédita campaña de presión hasta que Roche no entregue los datos
http://www.bmj.com/tamiflu |
y se han activado todas las alertas en relación con un caso que no es único
http://www.bmj.com/open-data |
http://www.alltrials.net/ |
Y un durísimo editorial del Plos
http://www.plosmedicine.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pmed.1001379 |
Está situación es claramente insostenible.
La sospecha se está generalizando.
El oscarizado documental Inside Job me parece un imprescindible documento que demuestra cómo la compra de los académicos y expertos economistas por parte de las empresas financieras para que avalaran sus demenciales estrategias piramidales nos llevó a que Lehman se hundiera y nos arrastrara a todos en esta crisis sin precedentes, llevándose por delante a partidos políticos e instituciones
Igual que Lehman cayó por las hipotecas basura, la bigpharma puede hacerlo por los medicamentos basura y la ciencia basura que patrocina, y se llevará por delante muchas cosas importantes: la confianza en la investigación y el método científico, la confianza en las revistas científicas, la confianza el los líderes académicos y científicos y la confianza en los médicos clínicos.
¿Y entonces?
Abel Novoa
Maravilloso artículo. Gracias.
Gracias por el artículo y el esfuerzo de condensar las ideas. Compartiré en el blog Pediatría basada en prueba con vuestro permiso. Javier
impactante y muy cuidada selección. Magnífico!!! Gracias
Gracias, Abel.
Muy esperanzadoras la honestidad de algunas personas y la lucha por un cambio de tantas otras.
Mi granito de arena: He firmado la petición «All trials» y paso ahora a difundirla entre mis contactos.
Muchas gracias por compartir esta información tan útil y por el trabajo constante de muchas personas honestas y éticas que realizan los esfuerzos necesarios para denunciar estas barbaridades. Lástima que con las prácticas fraudulentas se resienta la confianza en los organismos que justamente deberían ser garantes de la salud. Sólo puedo desear un cambio en la legislación para que las multas a las farmacéuticas por fraude, ocultación de información y daños a la salud o la vida de las personas, no sean más rentables que los beneficios que ingresan por ventas de medicamentos peligrosos.
Simplemente genial….
Muy informativo; pero casi siempre se deja a un lado que el marco legislativo de control de fármacos y estudios clínicos, cada vez más exigente y enrevesado, crea unas condiciones idóneas para las farmacéuticas: Les permite justificar un gasto cada vez mayor (y por lo tanto, mayores precios) y a la vez crea barreras de entrada para nuevas compañías que les podrían hacer la competencia, pero no pueden de inicio costear abogados que les permitan esquivar patentes «preventivas de amplio espectro» ni las tasas y tiempos cada vez más grandes que solicitan las administraciones.
Lo peor es que, como suele pasar en estos casos, la solución propuesta siempre es aplicar más barreras: Eso le cae de perillas a los gigantes de siempre.
Pienso que hay que tener bastante cuidado cuando se escribe sobre algo que esta basado en conocimiento y análisis técnico. Como en toda publicación hay un sesgo. Los criterios diagnósticos de valores mas bajos para HTA y Diabetes no fueron modificados por la industria. Desgraciadamente la favorecen, así como también al Doctor que ahora tendrá mas pacientes que paguen consulta…claro que si NO cobra entonces nadie diria nada, Quien podría ahora decir que ser Obeso es bueno? nadie, pero si el proximo mes salen 10 drogas al mercado que controlan la obesidad y esas compañías hacen billones en venta, entonces alguien sacará un artículo diciendo que modificaron los criterios de obesidad para favorecerlas, etc, etc, etc
Disclaimer: trabajo indirectamente para la industria, los ensayos clínicos, y todo lo que tenga que ver con el análisis científico.
Es verdad Sergio. Hay que ser cuidadosas. El problema es que los criterios los establecen grupos de expertos por consenso con poco apoyo de la evidencia y con fuertes conflictos de interés con la industria. El sobrediagnóstico es una tendencia del desarrollo parcelado del conocimiento médico pero que cuenta con importantes estímulos por parte de la industria que, como dice, es la más favorecida. El British tiene una campaña para prevenirlo, Welch en el libro citado en el artículo ha escrito mucho y bien. En octubre se celebrará el primer congreso internacional sobre el asunto. Es decir, algo pasa y lo que pasa es que nos estamos pasando. En estos casos el principio de precaución debería preponderar y no lo hace porque lo que está incentivado es el tratamiento farmacológico, y cuanto antes mejor. Saludos y gracias por el comentario
Impresionada! En quién podremos confiar?
En la buena ciencia Charlotte. Sigue siendo el mejor sistema para hacer avanzar la medicina y ayudar a los pacientes. El problema es cuando se priorizan aspectos mercantiles y se pierde el objetico que es mejorar la calidad de vida y disminuir el sufrimiento de los pacientes. La industria farmacéutica es la mejor preparada para seguir ayudando a los profesionales en estos objetivos con su capacidad de innovación. Pero en los últimos años ha hecho una apuesta suicida por la ganancia económica a cualquier precio introduciendo mediacamentos mediocres y gastando en su promoción cantidades ingentes de dinero. La estrategia en el corto medio plazo ha sido muy rentable. Pero en el largo plazo está generando una situación de desconcierto y desconfianza que va contra la propia medicina, la propia ciencia y sus propios intereses. Las medicinas alternativas haciendo caja y los estamentos orgánicos profesionales rasgándose las vestiduras cuando los profesionales y colectivos independientes denunciamos la situación. Poco a poco. Gracias por el comentario y un saludo
Abel Novoa
Excelente.
La única manera de que el médico no pierda su credibilidad (respeto) ante la sociedad, es mejorando su toma de decisiones: aprender a evaluar los hecho o eviden cias científicas (con la metodología de la MBE, para reconocer las manipulaciones que nos han presentado). Luego aprender a gestionar el «valor medicamento» en el contexto de la situación clínica, a fin de tomar la decisión más razonable, más óptima, más prudente.
¿Cómo hacerlo? Poniendo en práctica nuestros principios éticos: primum non nocere (no maleficiencia), justia (equidad), beneficiencia y el respeto por la autonomía de nuestros pacientes.
Gracias por el esfuerzo de sistematización y la claridad y amenidad de la exposición. -¡Un post muy instructivo!