Al igual que todas las estrategias de detección precoz, es sabido que el cribado mamográfico implica riesgos y beneficios, y cada vez somos más conscientes, en este caso, de los daños potenciales. Pero saber que los daños  existen, no es suficiente  para tomar decisiones informadas que permitan sopesar con claridad el balance entre los riesgos y los beneficios.

En un nuevo análisis, publicado en  JAMA Intern Med –  30 de diciembre de 2013 -, se trata de evaluar la decisión de la mamografía, en base a tres resultados: las muertes por cáncer de mama, las falsas alarmas, y los sobrediagnósticos.

Los autores informan que entre 1.000 mujeres estadounidenses, de más de 50 años de edad, que se sometan a una evaluación anual durante una década, se evitarán 0,3-3,2 muertes por cáncer de mama; entre 490-670 mujeres recibirán al menos 1 resultado falso positivo, y de 3 a 14 mujeres serán, además,  sometidas a un tratamiento innecesario. Más información