El médico general británico Des Spence se está convirtiendo en nuestro «enfant terrible» preferido. Sus colaboraciones en el BMJ se cuentan por campanazos. Tras su «la MBE está rota» ahora este, no menos intenso, «Mala medicina con la diabetes»(diabetes bad medicine 2013 bmj) que nos pasó desapercibido en su momento y que recuperamos gracias a Juan Gérvas. Aquí traducido
«La diabetes tipo 2 es una plaga moderna, en gran parte provocada por los estilos de vida, que es considerada una enfermedad progresiva e irreversible. La polifarmacia de las enfermedades crónicas es el premio gordo para la industria farmacéutica y ninguno tan rentable como el que procura la diabetes que, gracias al uso de los nuevos antidiabéticos y de los análogos de la insulina para la diabetes tipo 2, está ganando millones de libras en todo el mundo (1)
El plan de negocios de la industria para la diabetes sigue un patrón familiar :
( 1 ) Llevar a cabo investigaciones cuestionables y controlar los datos originales.
( 2 ) Convencer a los políticos, a los reguladores de la salud y a los grupos de pacientes que los tratamientos son insuficientes y que es necesario tomar «medidas urgentes».
( 3 ) Reclutar a diabetólogos mansos que tras un conveniente masaje económico lleven a cabo eventos de marketing que se hacen pasar por formación de postgrado .
( 4 ) Pagar a los médicos para que cambien los viejos antidiabéticos por los más nuevos invitándoles a participar en dudosos ensayos clínicos postcomercialización (2)
( 5 ) Buscar el respaldo del NICE para intimidar a los médicos para tratar la diabetes de forma agresiva con medicamentos (3)
Y así, la complejidad de la diabetes se reduce simplemente a la disminución del azúcar en la sangre.
¿Cuál es el costo anual de la consecución de este enfoque reduccionista basado en los medicamentos? En la última década, el gasto en insulina en el Reino Unido ha aumentado un 300% (4) y en los medicamentos orales para la diabetes un 400 %. ¿Y alguna vez se preguntó por qué las empresas tan generosamente regalan los medidores de glucosa? Las tiras reactivas son un mercado de 166 millones de libras, cuyo valor ha aumentado un 300% en 15 años (4). Calcule el tiempo de personal (cuando no asiste a las actualizaciones educativas patrocinadas por la industria farmacéutica), del paciente y de la familia y usted tiene una enorme y carísimo negocio.
Pero los análogos de la insulina, los nuevos medicamentos para la diabetes o el autocontrol de la glucosa en sangre ¿han mejorado los resultados? ¿Tiene el control estricto de la hemoglobina glicosilada alguna ventaja? No existen datos sobre la mejora de la mortalidad o la morbilidad relacionadas con los nuevos tratamientos (5, 6, 7, 8, 9, 10, 11). El control glucémico intensivo tampoco es superior con respecto a la mortalidad y la enfermedad cardiovascular (12) Así que miles de millones de libras se gastan persiguiendo un objetivo subrogado fantasmal: bajar el azúcar en la sangre. Peor aún, hay evidencia de que estos nuevos fármacos causan daño. La rosiglitazona ya ha sido retirada; la pioglitazona se ha relacionado con el cáncer de vejiga y la exenatida y sitagliptina duplican el riesgo de pancreatitis (13, 14). Todo esto es un ejemplo de la ilusión científica a la que llamamos medicina basada en la evidencia, donde la investigación es sólo un reclamó estadístico transformado en chatarra educativa -mero marketing, en otras palabras.
Queda otra cuestión fundamental. ¿Puede la diabetes revertir o curarse mediante la pérdida de peso? Un pequeño estudio bien diseñado de 11 pacientes demostró irrefutablemente que puede (15). Y este efecto clínico es más importante que cualquiera estadísticamente significativo de cualquier gran estudio grande financiado por la industria farmacéutica. El abordaje terapéutico de la diabetes está al revés. Increíblemente, el gasto en medicamentos para la diabetes podría emplear 40.000 entrenadores personales. La complicidad de los médicos y la falta de disenso contra el modelo basado en medicamentos de la atención a la diabetes es mala medicina.
Traducido por Abel Novoa
si no tienes inconveniente te voy a copiar la traducción para mi blog
Honor que nos haces. Gracias Rafa
Creo que la diabetes tipo II es un ejemplo del valor reverencial de la cifra que dicotomiza un continuo pasando a marcar de por vida a supuestos enfermos. Sin dudar de la necesidad de un tratamiento adecuado, parece claro que éste debe basarse principalmente en pura higiene, de ejercicio y dieta adecuada. Es llamativo por ello ese «pequeño estudio». ¿Es que alguien se plantea un estudio grande para contrastar la hipótesis de reversibilidad? Una vez que se da un postulado con efecto de mercado, desmontarlo es una tarea muy ardua y lo esperable es que se produzcan más y más estudios, metaanálisis y meta-metaanálisis sobre fármacos diversos (la importancia de la industria diagnóstica tampoco es menos, como se observa en el artículo).
Desconocía este blog, que prometo seguir a partir de ahora.
Pues bienvenido Javier. Muchas gracias por tus estupendos comentarios. Abel Novoa
Gracias a ti por acoger mi aportación.
Javier Peteiro Cartelle
entonces seguimos haciendo un trabajo de hormigas, insistir explicar a nuestros pacientes que es bueno comer sano, hacer ejercicio, y ellos mismos nos devuelven que se sienten mejor… bajan de peso, y evidentemente la glucosa se normaliza en 6 meses. en la consulta de la semana pasada lo observé en dos pacientes. luego de un diagnóstico de diabetes con PTOG, actualmente normalizaron el peso para la estatura, y nuevas glicemias menores a 1 presentan ahora. y con un bienestar en salud, y orgullo de lograr sus nuevas metas.
estoy de acuerdo solo en parte de estos comentarios ya que sin medicamentos os aseguro que el repunte de la DM 2 seria brutal y que conste que estoy seriamente preocupado por los desalmados de la industria farmacéutica
un saludo
Es típico que uno se regocije con escritos que dicen lo que uno piensa. Si lo que se dice es verdad queda totalmente complacido. El problema es que son muchos que solo recolectan de la vasta bibliografía lo que les conviene y dejan oculto lo que no se adapta a sus intereses. Y un poco de esto va la carta traducida de este blog. Muchas cosas ciertas, pero ciertas porque aún no ha pasado 20 años desde la introducción de los nuevos fármacos para poder afirmar sus resultados finales en protección micro o macro vascular, solo tenemos los intermedios que son los de control metabólico y poca cosa más. Salvo los efectos secundarios, que todos, todos los fármacos hipoglucémicos tienen.
Que dentro de un enfoque eficiente las sulfonilureas y la insulina NPH son más coste efectivas que los inhibidores DPP-4 y los análogos lentos de la insulina, estamos de acuerdo. Pero poca cosa más.
Afirmar, así sin más, que “Pero los análogos de la insulina, los nuevos medicamentos para la diabetes o el autocontrol de la glucosa en sangre ¿han mejorado los resultados? ¿Tiene el control estricto de la hemoglobina glicosilada alguna ventaja? No existen datos sobre la mejora de la mortalidad o la morbilidad relacionadas con los nuevos tratamientos”. Es sesgar la cuestión, mezclar conceptos distintos y trasmitir una idea equivocada.
Os animo a seguir el blog de la redGPDS
http://redgedaps.blogspot.com.es/
mateu seguí díaz
Gracias por el comentario Mateu. Conocemos bien tu excelente trabajo en el blog de la redGPDS y tus posiciones equilibradas e informadas. Creo que la crítica de Des Spencer va, sobre todo, contra el enfoque excesivamente farmacológico que se le ha dado al tratamiento de la diabetes. Un enfoque al que no es ajena la industria interesada en vender medicamentos para las condiciones crónicas mediante el bombardeo con ciencia de segunda: la centrada en variables subrogadas. Textos como este nos remueven, incomodan y obligan a justificar -ante los pacientes y ante nosotros mismos- todavía mejor nuestras decisiones. Por eso son imprescindibles. De los apologéticos, andamos sobrados. Un saludo muy afectuoso. Abel Novoa