Crítico artículo de Anne Chailleu, vicepresidenta de Formindep: «Sunshine en francés: el Ministerio de Salud organiza el apagón en la transparencia» en donde explica como el gobierno francesas está maniobrando en contra de la transparencia y los intereses de los pacientes. Sunshine sigue siendo un objetivo lejano en Europa.

La ley Bertrand, aprobada en Francia el 29 de diciembre 2011, a raíz del escándalo de Mediador, preveía la publicación de los vínculos e intereses de los profesionales con las industrias de la salud. Dieciocho meses más tarde se publica un decreto con deficiencias muy significativas, mientras que las primeras publicaciones sobre las asociaciones de profesionales y corporaciones, empiezan a constar en una web pública,desde octubre de 2013, y se espera completar los datos en el año 2015.

Sin embargo, la normativa que se está desarrollando permite no informar de los conflictos de interés más serios y problemáticos, como los contratos de consultoría en forma de contratos ocultos o no declarados. En otras palabras, LEEM, el lobby de la industria farmacéutica francesa, no coopera con la información que se le requiere y, en definitiva, está ganando la partida. Mientras que el gobierno no parece estar realmente interesado en la transparencia.

Para medir la magnitud de la brecha entre la realidad y lo publicado en la web oficial, la autora  pone varios ejemplos: El caso del profesor profesor Bernard Charbonnel, ex jefe del departamento de endocrinología del Hospital de la Universidad de Nantes, un líder de opinión en el campo de la diabetes. Según los datos accesibles a través del motor de búsqueda que lleva el Consejo Nacional del Colegio de Médicos, el profesor Charbonnel está asociado con 4 empresas: Sanofi-Aventis, Lilly, JNB-desarrollo, y Novartis. Pero los datos son incompletos: en los mismos 12 meses, el Profesor Charbonnel ha recibido pagos como consultor de estas cuatro empresas … pero además de otras 7: AstraZeneca, Boehringer Ingelheim, BMS, Merck, Novo Nordisk, Roche, Takeda. Una actividad que le ha generado un beneficio en el año 2012 de 171.382 euros, más dinero que el salario anual de un médico de hospital.

El artículo se extiende en  otros casos de información manifiestamente incompleta, para terminar haciendo la siguiente sugerencia a los pacientes y al público en general: “ La próxima vez que escuche o lea los conflictos de interés de un médico, debe usted saber que es una verdad a medias, porque los datos ya están obsoletos y son muy incompletos”.