TDAH, un fenómeno de prevalencia variable y creciente, con etiología desconocida, sin marcadores biológicos consistentes e hipótesis a favor del origen orgánico muy discutibles. Sus criterios diagnósticos han fluctuado enormemente a lo largo del tiempo, basados en escalas de síntomas insuficientemente correlacionadas con la disfunción social, familiar o académica. Los tratamientos no farmacológicos precisan de una mayor investigación, destacando la terapia conductual en su potencial utilidad. Con respecto a los medicamentos se aprecia cierta eficacia en síntomas a corto plazo sin continuidad clara en las variables relevantes, por lo que deberían considerarse un recurso de uso excepcional. Destacan los efectos adversos cardiovasculares, psiquiátricos y endocrinos (algunos raros y muy graves, otros frecuentes con repercusiones ignoradas). Su relación con el abuso de sustancias permanece debatida y preocupa la actual tendencia a iniciar tratamientos en población adulta, máxime cuando la pluralidad de intereses alrededor de este diagnóstico complica la formación de un juicio prudente. bitn
Dejo este artículo, que en cierto sentido puede estar relacionado con la enorme cantidad de niños que están siendo medicados por haber sido diagnosticados con TDAH.
http://consumasalud.blogspot.com.ar/2012/11/juego-risa-y-aventura_2.html