Dentro de unos días tendrá lugar en Sanxenxo (Pontevedra) el 17º congreso de una Sociedad Gallega de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).

La Atención Primaria (AP) sufre de forma especial en Galicia, ya que el gobierno actual ha paralizado el “Plan de Mellora”, que pretendía potenciar su faceta comunitaria y de promoción de la salud, incrementar sus recursos y mejorar su capacidad resolutiva. Por el contrario, el gobierno de Feijóo está empeñado en promover su privatización mediante la Gestión Clínica S.A, paralizada gracias a las protestas de los profesionales del SERGAS, con huelga incluida.

La AP es especialmente necesaria en situaciones de crisis económica como la que vivimos, que está provocando un empeoramiento progresivo de los indicadores de salud de la población, sobre todo la de menor nivel de estudios y menores recursos.

España ha incrementado su tasa de obesidad un 30% en la última década y ya ocupa el tercer puesto de la UE junto a Grecia, y Galicia se encuentra a la cabeza, con 19% de obesos adultos, dos puntos por encima de la media estatal, y con uno de cada tres niños con sobrepeso u obesidad.

El mayor sedentarismo y la accesibilidad y publicidad de la comida basura, escasamente nutritiva e hipercalórica, están detrás de esta grave lacra y del consiguiente aumento de la carga de enfermedad de la población, que no parece representar una prioridad para nuestros gobernantes y responsables sanitarios.

Según los informes de salud de la UE y de la OCDE, las personas a tratamiento para diabetes tipo 2 en España se han incrementado un 25% en los años de crisis, las tratadas de hipertensión y de depresión se han duplicado en la última década y la incidencia de algunos tumores vinculados a los hábitos de vida se han disparado, como el cáncer de mama, que ha aumentado un 65% entre 2000 y 2012, o el cáncer de pulmón en mujeres, que se ha triplicado en estos años.

A la alarma provocada por esta situación se suma la promovida por la industria, que se beneficia del abuso de fármacos y tecnologías, sin considerar sus graves consecuencias.

Por eso sorprende que un congreso de AP utilice su conferencia inaugural para promocionar un medicamento“sitagliptina” incluido en la “Lista Prescrire 2015” de fármacos que no deberían prescribirse. (el Dr. Cinza es presidente de SEMERGEN-Galicia. Nota del editor)

Por otra parte, parece mayor la preocupación de los organizadores del evento por la adherencia terapéutica de los enfermos crónicos y por la implantación en sus domicilios de Smartphones y otros costosos dispositivos electrónicos para un control “despersonalizado” de estos pacientes, que por el incremento de los cuidadores y de los programas de promoción de vida saludable, la única forma de disminuir el número de afectados y mejorar su calidad de vida, aunque a costa de una enorme pérdida de beneficios para las industrias patrocinadoras, de cuya influencia es imposible sustraerse.

Los médicos y enfermeras de Atención Primaria son esenciales para mejorar los hábitos de vida, disminuir la creciente carga de enfermedad de nuestra población y controlar la mercantilización de la sanidad y el consumo inadecuado de fármacos y tecnologías, por eso es esencial que se reúnan y acuerden una hoja de ruta a salvo de las estridencias de la industria. De lo contrario, deberíamos cuestionar sus conclusiones y recomendaciones.

Luisa Lores

Junio de 2015