Diego Llanes Ruiz. Catedrático de Genética de la UCO (Universidad de Córdoba) nos remite una interesante reflexión sobre el «complejo genético-industrial», con un poder que sólo es comparable con el “complejo militar-industrial”:
–Las actuales prioridades en investigación biomédica están pobremente relacionadas con las prioridades en salud de la población. Daniel Sarewitz. Consortium for Science, Arizona State University, and is based in Washington DC.
-Se dice que el conocimiento es poder, pero la verdad es que el conocimiento solo da poder a aquellos que ya lo tienen o a los que pueden comprar su uso. Richard Lewontin. Alexander Agassiz Research Professor Harvard University.
La parcelación de los seres vivos, para su estudio, ha permitido esclarecer de qué estamos hecho y ha situado a los genes (ADN) en la base de la vida. El conocimiento generado con este modelo de estudio ha permitido, además, el desarrollo de productos y técnicas, consideradas útiles para la salud humana y animal y para la mejora de las distintas producciones animales y vegetales. El conocimiento es un bien colectivo, y por tanto no es apropiable por los poseedores del capital, sin embargo los usos de ese conocimiento si pueden serlo. En nuestro caso los medicamentos y técnicas generados por este modelo, se adaptan muy bien al proceso de privatización mediante patentes. Los descubridores y/o propietarios obtienen así jugosos beneficios económicos, lo que permite retroalimentar al modelo de estudio que lo favorece, convirtiéndolo en el único realmente existente en nuestra sociedad.
El modelo de investigación y la protección del uso del conocimiento generado mediante patentes, han dado lugar a lo que podemos llamar “complejo genético-industrial”, que contiene a las grandes farmacéuticas, con un poder solo comparable al “complejo militar-industrial”. Este modelo de investigación molecular reduccionista y su paradigma, el determinismo genético, esconde cuidadosamente que no es eficaz para dar soluciones a problemas biológicos complejos, como son las enfermedades animales y humanas, y así los ingentes fondos públicos que nuestra sociedad gasta con la promesa de vencer a las enfermedades, están lejos de conseguir los resultados prometidos.
Su fracaso se debe a que la inmensa mayoría de nuestras enfermedades o anomalías, no son consecuencia de un simple error en el genoma del individuo. Nuestro modelo de investigación prefiere olvidar que una persona se compone de moléculas, células, tejidos y órganos que necesariamente deben moverse en un ambiente y en una sociedad concreta. El tratamiento de esas anomalías básicamente desde la perspectiva molecular es un enorme error, como día tras día se puede observar en la lucha contra el cáncer y las enfermedades cardiovasculares (las principales causas de muerte en las sociedades ricas). Los avances más notables en estas enfermedades son consecuencia de nuevas medidas quirúrgicas, relacionadas con las mejora de las tecnologías y de los conocimientos en fisiología y anatomía, y no con los avances aportados por la investigación molecular.
¿Cuántos miles de millones de euros más serán necesarios para lograr un retroceso en la incidencia del cáncer y de las enfermedades cardiovasculares en nuestra sociedad? De acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud) para 2030 habrá un incremento en la incidencia del cáncer del 55%. ¿Son necesarios otros cincuenta años de estudios moleculares, antes de cambiar esta tendencia?
Las enfermedades de origen infeccioso, aunque diferentes en su origen, son un buen ejemplo para comprobar la influencia que tiene el medio ambiente, sobre el valor curativo del modelo de investigación molecular. Para ello debemos admitir que los espectaculares avances en el conocimiento, tratamiento y curación de las enfermedades infecto contagiosas han coincidido con cambios simples en la higiene de las poblaciones (alcantarillado, cloración del agua, asepsia, régimen alimenticio…), pero solo en el primer mundo. En las zonas económicamente desfavorecidas por el capitalismo (la mayoría del planeta), los avances en la detección y tratamiento basados en el modelo molecular de poco sirven. Lo que vendría a demostrar que las herramientas generadas por las mejoras sociales y el desarrollo económico, son al menos tan potentes para el tratamiento de enfermedades como las herramientas generadas por el modelo de investigación molecular.
¿Cuánto debemos esperar para que las mejoras sociales en prevención y en el modelo económico permitan una disminución en la incidencia de las enfermedades más comunes en el primer mundo, igual que lo han permitido en las enfermedades de origen infeccioso? No se trata de cambiar una proteína por otra, o un gen por otro, sino de mejorar la salud de un ser vivo formado y situado en medio de infinitas conexiones moleculares, ambientales y sociales.
Pese a los elevados costes y los pobres resultados, el modelo molecular es hoy el preferido por el sistema económico capitalista y esto tiene unos motivos que en nada se relacionan con el avance del conocimiento que el modelo de investigación produce.
En la lucha contra las enfermedades, junto a la Ciencia, que aumenta nuestro conocimiento, los seres humanos necesitan instituciones, capaces de usar ese conocimiento, para tratar sus problemas de salud. Ambos aspectos, conocimientos generados por la Ciencia y las instituciones sanitarias que deben aplicarlos, están estrechamente ligados. Las instituciones sanitarias siguen dos modelos básicos en el capitalismo; uno público, financiado con los impuestos de los ciudadanos y que atiende al enfermo independientemente de su situación social y, otro privado, financiado por los individuos que acceden a los diferentes servicios. En ambos casos los medicamentos y técnicas empleadas son aportados por empresas, en su gran mayoría en manos de capitales privados.
Los científicos en general consideran que el modelo de investigación que utilizan para aumentar el conocimiento, que procede en su mayoría de fondos públicos, es independiente del modelo sanitario. En Europa, donde el sistema sanitario público está más implantado, es cada vez más frecuente que los usos de los nuevos conocimientos, bien sean nuevas técnicas o nuevos medicamentos, propiedad de las empresas farmacéuticas, no se puedan aplicar a todos los supuestamente necesitados de ellos, dado su elevado coste, véase el reciente caso de la hepatitis C.
A la vista de los datos que hoy tenemos, creemos que el modelo de investigación molecular, además de escasamente eficaz, es contrario al sistema sanitario público. La gran mayoría de los resultados que se obtienen, bien sean medicamentos o técnicas, están dirigidos al desarrollo de lo que llaman “medicina personalizada”, medicina que es incompatible, por su coste, con una sanidad que quiera cubrir a los varios miles de millones de habitantes del planeta.
La “medicina personalizada” objetivo actual de la investigación molecular, además de imposible de aplicar en una medicina pública y universal, resulta extremadamente costosa, dada la dificultad para obtener nuevos conocimientos que la sustenten, y por ello la investigación básica es cada vez más responsabilidad del sector público.
Los elevados costes que asume el sector público en el modelo de investigación molecular para el desarrollo de la “medicina personalizada” se reparten en: a) Mantenimiento de centenares de institutos de investigación con una estructura compleja, necesaria para el mantenimiento de la tecnología. b) La compra de aparatos cuya obsolescencia es muy elevada, aparatos que son en general producidos por empresas del “complejo genético-industrial” y c) Los salarios de una gran variedad de personal altamente cualificado que en buena parte ha sido además formado con fondos públicos.
Para apropiarse del uso del conocimiento generado con las inversiones públicas, el “complejo genético industrial”, ha convencido a los gestores públicos de la necesidad de permitir la creación de empresas que queden asociadas a los institutos de investigación financiados con los impuestos de todos. El objetivo; privatizar, desde sus comienzos, los usos del conocimiento generado con fondos públicos, usando como pretexto que es la única forma de estimular el interés de los investigadores por su trabajo. Así los descubrimientos son patentados y los más rentables acaban en manos de las poderosas “grandes farmacéuticas” únicas con poder y capital suficiente para acometer el desarrollo y la comercialización de estos nuevos productos.
El modelo de investigación molecular, que en sus inicios podría presentarse como independiente del modelo económico, depende ahora de los sectores dominantes de este, el sector financiero, con el que mantiene estrechos vínculos a través del “complejo genético-industrial” y al que dota de herramientas que permiten burbujas financieras. Además, el modelo está siendo extendido a todos los países, mediante campañas de propaganda, por las que se le sitúa dentro de la llamada “economía del conocimiento”, presentada como alternativa y salida de la actual crisis económica. Estos países se ven obligados a invertir grandes cantidades de fondos públicos en este modelo de investigación, fondos que podrían ser usados para potenciar la sanidad y la educación básica. Además, los resultados, de haberlos, pasarán a las grandes farmacéuticas, centro del sistema sanitario público o privado y únicas capaces, como hemos dicho, de desarrollar y realizar el marketing necesario para convencer a la sociedad y a las autoridades sanitarias de la bondad de unos nuevos medicamentos de una dudosa utilidad
La extensión a muchos países de este modelo de investigación favorece al “complejo genético-industrial” de dos formas; la primera, consigue que la sanidad pública del país entre en el mercado de la “medicina personalizada” donde se ofertan medicamentos y técnicas a precios exorbitantes y la segunda, hace que los millares de investigadores, médicos y gestores de los institutos y centros de investigación, del país en cuestión, se conviertan en grupos de presión social. Grupos que reclaman un continuo aumento de gasto público para este modelo de investigación, que llega a ser presentado como el único capaz de generar nuevos conocimientos y por tanto nuevos medicamentos, aunque en realidad acabará llevando a la sanidad pública al colapso.
Nos encontramos ante una situación perversa; a más fondos públicos invertidos en el avance del conocimiento, más usos serán privatizados, impidiéndose con ello que puedan ser aplicados al conjunto de la población que con sus impuestos ayudó a generarlos. Se abre un tiempo donde la privatización de medicamentos y técnicas traerá un trato diferencial de los seres humanos. Por un lado los que puedan pagarse y someterse a tratamientos muy caros, aunque sean de dudosa efectividad y, por otro, los excluidos del sistema, que cada vez son más, a los que solo quedará la medicina ligada a las instituciones caritativas.
Los investigadores e investigadoras moleculares, la mayoría con contratos precarios, que de forma consciente o inconsciente trabajan para este modelo científico, deben tomar conciencia de que su paradigma científico ha dejado de cumplir con su cometido de producir conocimientos útiles para el conjunto de la población. Necesitamos un nuevo paradigma en Biología, que tenga en cuenta a los seres vivos como un todo, y sustituya al objetivo de la “medicina personalizada” por otra que sirva para todas las personas dentro de un modelo sanitario público y universal. En tanto esto sucede los investigadores e investigadoras deberían minimizar el daño que produce el actual modelo de investigación en el sistema sanitario público universal, proponiendo medidas para que los usos del conocimiento, generado con fondos públicos, pasen a titularidad pública.
Hola :Buen Día
E leído toda la información en cuanto a los efectos secundarios del Lírica y allí faltan detalles. Yo tomé durante cinco años Lírica, mi doctora de cabecera me la recetó para ayudarme a controlar mis dolores musculares después de haber sido diagnosticada de fibromialgia y síndrome de Fatiga Crónica , el problema fue que desde el principio el medicamento me calló como una bomba, y me lo tomé justo al salir de casa y me dio tiempo a llegar al trabajo de lo contrario hubiera tenido un accidente en la calle porque al llegar a mi trabajo todo se me puso oscuro y sentí que caía en un hueco profundo.
Sin embargo me recuperé de la urgencia,pero por mi trabajo no pude ir al medico y esperaba con paciencia alguna emergencia o día libre ,así pasaron cinco años y yo iba sintiéndome en los últimos años muy hinchada , la medicación ya no me hacía el mismo efecto, y yo ya no me podía cada día parar para ir a trabajar.
En mi trabajo se enteraron de mi enfermedad y me despidieron. Adoraba mi trabajo y lloré sin parar……porqué apezar del esfuerzo que hacía cada día una vez que llegaba me olvidaba de todo y hasta mis dolores me eran llevaderos , eso si no podía parar a descansar o sentarme un momento porque era como una máquina vieja que una vez que coje velocidad no se puede apagar hasta terminar el trabajo, de lo contrario ya no me podía parar.
Pero al quedarme sin empleo fui a el médico y le conté como me sentía durante todos estos años;sangraba por el recto, tenía inflamación urinaria con sangrado, perdía cabello, me dolía todo,todo hasta la mandíbula al hablar y sentía una profundas ganas de tirarme por la ventana si la veía abierta o por el balcón, también e tenido muchos episodios de pánico,estos también los tenía en mi trabajo pero optaba por no hablar con ningún varón y a mi jefe no lo miraba nunca a la cara.
Bién fui derivada al Reumatologo, el me mando a hacer analíticas y yo tenía el hígado graso,anemia aguda, falta de vitaminas, especialmente la C y D, no tenía nada . El médico me dijo que la doctora de cabecera sabe que no se puede tomar la lírica por mucho tiempo y que debió quitarmela hace mucho y que me enviaría otro medicamento y que la lírica la dejé, eso hice , empecé con topamax de 100 mg y ribotril, a la segunda semana ya podía tomar 100 por la mañana y 100 por la tardé, yo estaba contenta me sentía mejor ,no había medicamentos que me quiten los dolores pero al menos el 50 -60 % lo hacían y lo hacen soportables ,pero empezó a dolerme la cabeza y sentirme mal,como una migraña y al mismo tiempo tensión baja más todos los síntomas de la fatiga crónica junta ,esto tube todo un día hasta la noche que que todo se me pudo negro y sentí que la vida se me iba del cuerpo, cuando desperté estaba siega y sorda , pero poco a poco fui recuperando la visión y el oído sin embargo perdí gran parte de la vista porqué no me sirvieron más mis gafas y el oído derecho tengo una pérdida severa y del izquierdo es más suave.Los del Samur me dijeron después de aprenderme que al día siguiente hablé con el médico que estaban seguros que el problema estaba en la nueva medicación y el médico al día siguiente admitió que debió darmelo poco a poco mientras me quitaba la otra medicación de lá misma forma.
Han pasado dieciséis años desde que sentí mi primer
dolor muscular el cual yo esperaba sea una fuerte gripe .
Nunca pensé que mi enfermedad podría ser producto de haber sido violada salvajemente en un parking diez meses antes de ese día que sentí mi primer dolor muscular y todo porqué nunca lo dije a nadie,lloraba por las noches, me hacía sangre la piel porqué nunca me e sentido lo suficientemente limpia , nunca mas quice tener relaciones con mi esposo y tube que ver como el se iba pensando que yo no lo quería o tenía otra persona aunque ese no era su pensamiento fuerte por verme enferma. Hasta que decidí contarlo a mi doctora de cabecera porqué era decirlo o matarme y ella me dijo tu tienes un problema y necesitas ayuda ,me envío en el momento a la psiquiatra y psicóloga y al día siguiente al Reumatologo especialista del hospital de la Esperanza y el me envío también a otro psiquiatra y no resolví mi problema hasta ahora pero al menos e ganado 10 % de confianza con gente , ya cuento mi problema y distingo al doctor de la gente , sin embargo prefiero no ir al médico porque no me toquen nada de mi cuerpo, ni la mano ,no rosarme con nadie ,tengo panico de los hombres,de los coches,los parcking.
A estas alturas de mi vida no salgo de la casa ni de la cama ,me aterra abrir la puerta casi no me ducho porque siempre tengo frío ,todo el tiempo estoy con dolor y agotada ,me duele la garganta hasta de hablar o abrir la boca para comer ,no puedo defecar …tardo de ocho a quince días o tengo fuertes diarreas, y tengo una dieta religiosa desde hace años que no la descuido, derrepente se me produce un desgince en un brazo por nada ,no puedo ducharme sola porque me da mareos y tampoco me puedo lavar la cabeza o la espalda, tengo que salir acompañada porqué me olvido a donde voy o donde estoy, no puedo dormir a menos que tome la Zolpiden y no una porqué una no me hace efecto y me estoy inchando otra vez ,¿Porqué? No se y quiero pararme, salir a hacer cosas , pero no…. me siento que llevo una mochila llena de piedras en la espalda y ya me han hecho daño en los hombros e incluso la cabeza no la puedo girar, ahhh en una resonancia magnética me salió que tengo la columna afectada en dos partes, por eso es el dolor tan grande que siento.
En la actualidad estoy tomando.
Topamax 100 mg 2× d
Rivotril. 2×d
Besitran 2 ×s
Fentanilo matrix ,parches
Quetiápina 50 mg 4×d
Enalapril 10 mg 2×d
Flatoril según necesito
Paracetamol 1 gr
Ibuprofeno 500 mg
Omeprazol 20 mg 2×d
Me falta un par de medicamentos que no recuerdo.
También tomó marihuana pero en gotas o en crema y eso me levanta mucho el ánimo y me quita el dolor , al principio un 75% , ahora un 40 o de lo contrario tomo doble focos. Pero el problema es que tengo dos hijos varones y tengo que dar el ejemplo y prefiero no tomarlo aveces y no tener que justificante com mis hijos
En todos estos años me e presentado a la Seguridad Social y no e tenido suerte ,aunque por una parte reconocen mi enfermedad, pensaban que faltaba esperar a ver que mas opciones abrían y por otro lado en la Generalitat presente mis papeles y aquí el tribunal médico me reconoció primero un 57 y luego 2 puntos más, así qué tengo una discapacidad de 59 % . Pero ya estoy muy agobiada tengo 53 años me veo en el espejo y no aparento la edad que tengo a pesar de no cuidar de mi pero por dentro soy una anciana.
Agradezco todo lo que hagan por nosotros los que estamos en la oscuridad, muriendo en silencio.
Atentamente
Keyko
nota: no es mi nombre real pero no podría contar mi historia diciendo mi nombre.
Hola Keyko! En primer lugar agradecer la valentía que has tenido para contar tu experiencia!
Has tenido la mala suerte de dar con el «médico» equivocado.
El cual sin indagar profundamente tu problema solo se limitó a medicarte sin importarle los efectos secundarios que esto originaria a largo plazo en tu organismo
Sí de algo te sirve, te contaré que yo tuve el mismo o similar problema con el cual iniciaste tu pesadilla.
Mi pesadilla empezó una mañana.No podía ponerme de pié y mucho menos caminar …me dolía la espalda y las piernas de una forma horrible!
Entre en pánico y fui al médico, lo primero que me medicacaron fue antidepresivos, en la primera toma pensé que me moría! Termine totalmente bloqueada… volví al ir al medico y me cambio por alprazolan 0.5 ..solo me mantenía sedada y los dolores hiban en aumento.
Pasados un mes..no había mejoría, tuve que hacer pruebas de forma particular y resulta que tenia 10 discos aplastados.
No había manera de salir adelante ni con físios ni medicamentos. Estaba sumida en un pozo muy hondo y negro.
Me armé de valor y gracias a la ayuda de un gran osteopata a sido muy duro , e hizo dejando poco a poco todos los medicamentos, no a sido fácil, solo Dios sabe todas las veces que e llorado en silencio e incluso no seguir viviendo, por que el sufrimiento es horrible. Sólo los que lo hemos padecido podemos entenderlo.
Empecé a limpiar poco a poco mi organismo.Por que cuando nos deprimimos muestran defensas bajan y somos caldo de cultivo para que crezca el hongo cándida y se apropie de nuestro organismo y el daño sea mucho peor.
Busca una buena nutricionista orto molecular.
Hasta una analítica para ver como tienes el magnesio, la vitamina D, vitamina C en la sangre, alimentate sanamente y deja poco a poco los medicamentos! Busca ayuda con una buena psicoterapeuta.
Va a ser un largo camino pero al final veras poco a poco la luz.
Lo mio fue consecuencia de un tarde que me asaltaron en la salida del metro, me pusieron una pistola en la cabeza.
Nunca imagine que un episodio de ese tipo tuviera consecuencia tan terribles en mi.
El cuerpo humano es increíble y sobre todo nuestro yo interno ante situaciones traumaticas a largo plazo no sabemos que consecuencias puede ocasionar en nuestra salud.
Mucho ánimo! Te envío un inmenso abrazo.
María.