Mamografía. Ana R. contra Uruguay. O cuando la prevención es obligatoria (Por Juan Gérvas)

La salud pública tiene siempre un halo positivo en cuanto se ocupa del bienestar de las poblaciones y pretende promover la equidad. Pero hay una tendencia paternalista de la salud pública que lleva al exceso preventivo mediante una persecución social y/o legal más o menos intensa.

http://www.scielo.br/pdf/rsp/v41n3/6212.pdf

Este exceso ha sido bien definido como “salud persecutoria” por Luis Castiel y Carlos Álvarez-Dardet (1,2).

http://revistaderechopublico.com/revistas/49/archivos/Rosengurtt49.pdf

El extremo y más doloroso ejemplo de salud persecutoria se ve en Uruguay (oficialmente “República Oriental del Uruguay”), donde se da un “biototalitarismo” sorprendente: un afán de control de la mujer fundado en la prevención obligatoria. El término biototalitarismo lo desarrolló Ana Rosengurtt (uruguaya que defendió desde 2012 su autonomía frente al “carnet de salud”) a partir de los conceptos de biopoder y biopolítica de Foucault (3).

http://www.msp.gub.uy/noticia/carn%C3%A9-de-salud-f%C3%A1cil-y-gratis

En Uruguay las mujeres tienen un “carnet de salud” que se ven obligadas a cumplimentar si quieren mantener su puesto de trabajo, tanto en el sector público como en el privado. Así, las uruguayas tienen que hacerse, sin que puedan oponerse y entre otras actividades preventivas, una mamografía de cribado cada dos años a partir de los 50 y hasta los 69 (hasta 2015 fue entre los 40 y los 59 años). Además, han de hacerse una citología de cuello de útero cada tres años, entre los 21 y los 65 años. El carnet conlleva, también, un chequeo completo y la determinación serológica de la sífilis (VDRL) (4).

El carnet de salud tiene una larga historia en Uruguay, desde comienzos del siglo XX (en 1937 se empezó a exigir para ciertos trabajos). La mamografía se incluyó en 2006 por la ordenanza 402/006 del Ministerio de Salud y por el decreto 571/006, siendo Tabaré Vázquez presidente de Uruguay. Lo fue entre 2005 y 2010, por el Frente Amplio, partido que volvió a ganar las elecciones presidenciales con José Múgica, para repetir en 2015 con Tabaré Vázquez, que ocupa de nuevo la presidencia de Uruguay. Conviene saber que Tabaré Vázquez es médico oncólogo con el Consultorio de Onocología y Radioterapia que hoy dirige su hijo.

http://www.nogracias.eu/2014/09/25/la-lucha-de-una-mujer-contra-la-irracionalidad-de-las-mamografias-el-aura-radioactiva-cronica-de-una-emancipacion/

Ana R., como fue conocida al comienzo de su odisea, se enfrentó a la norma en lo que respecta a la mamografía de cribado. Ella misma relata:

“En los primeros días de febrero de 2012, y a 9 meses del próximo vencimiento de mi carnet de salud, presenté ante el Ministerio de Salud Pública la petición de exoneración de mamografía para el carnet de salud”.

“El mismo día de mi 53 cumpleaños [2014], el Tribunal de lo Contencioso y Administrativo convocó las audiencias de los 4 testigos en el proceso de mi demanda contra el Ministerio de Salud Pública”.

“En lo personal y profesional la situación es agobiante, pues desde el vencimiento del carnet de salud en septiembre de 2012, he debido tramitarlo cada 6 meses ya que no presento uno de sus requisitos: la mamografía. Si antes de esos 6 meses la presentara, me lo extenderían por año y medio más, máximo 2 años. Tengo que cumplir el ritual, como si estuviera enferma de algo, y cada 6 meses debo presentarme con una muestra de orina y en ayunas para la extracción de sangre, control visual, odontológico, entrevista clínica, etc. Así, por ejemplo, cada 6 meses me determinan glucosa, creatinina, colesterol y VDRL (sífilis) en sangre. Y no puedo eludir este trámite porque en la intranet corporativa de mi trabajo, el enlace-link que me informa de la ficha personal me advierte del próximo vencimiento del carnet de salud desde 30 días y diariamente mostrando la cuenta regresiva hasta el mismo día del vencimiento. Ese día me advierte que venció y que dispongo de 60 días para presentar uno nuevo de lo contrario se me inhabilitará automáticamente el registro de marcas en el reloj de control de entradas (para fichar) y no podré acudir a trabajar lo cual generará inasistencias y los descuentos correspondientes. Además recibo un aviso automático con el mismo texto por correo electrónico. Mi jefe recibe el mismo aviso y preocupado me lo reenvía. También me sale impreso el mismo aviso en el recibo del sueldo de esos meses. Y luego durante los 60 días siguientes del vencimiento, en forma diaria me lo sigue recordando.

Es decir que durante 3 meses de cada 8, diariamente mi empleador me recuerda que mi carnet de salud no está en regla, a pesar de que hace 13 años que no falto a trabajar por enfermedad. Lejos de sentirme perseguida y volverme paranoica con tanta impertinencia, se renueva y acrecienta cada día mi rebeldía contra el sistema cuando me siento en mi puesto de trabajo” (5).

http://www.bmj.com/content/346/bmj.f1907

Tomaron postura a favor de Ana Rosengurtt y en contra de la salud persecutoria en Uruguay muchos profesionales y científicos del mundo. En España Miguel Jara (5) y el firmante (6). En el Reino Unido se publicaron dos textos en su defensa en el British Medical Journal (7,8) y en Brasil otros dos en la Revista Brasileira de Medicina Familiar y Comunitaria (9,10). En el propio Uruguay siempre estuvo al lado Miguel Pizanelli y la Asociación Mujeres y Salud, entre otros.

En 2015 Ana Rosengurtt publicó un libro sobre su lucha, «El aura radioactiva. Crónica de una emancipación.” que puede encontrarse con acceso libre en NoGracias (11).

http://www.teledoce.com/programas/desayunos-informales/primera-manana/ana-rosengurtt-con-el-pap-y-la-mamografia-lo-que-se-hace-es-reclutar-pacientes-oncologicos/

La historia tiene final feliz. En septiembre de 2016 consiguió un fallo favorable e inapelable del Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA) que la exoneraba de la mamografìa obligatoria para el carnet de salud (12-15). Vale la pena la resistencia a la barbarie.

El fallo del TCA señala que es “ilegítimo” haber priorizado una normativa de rango inferior, como es el Decreto N° 571/006, por sobre leyes que tienen rango constitucional, como la ley 18.335. En suma, que el Poder Ejecutivo no puede arrogarse el derecho a controlar el derecho a la salud.

Además, el TCA llama la atención sobre la necesidad de que la mamografía, como otros estudios de este tipo, cuenten con consentimiento informado. Es decir, hasta ahora, cada mujer es sometida de manera obligatoria a una mamografía -al menos- cada dos años, sin ser informada sobre los riesgos que implica y sin firmar un consentimiento informado sobre lo que esta técnica supone para la salud.

Además, el TCA señala que la Administración “atropella” alguno de los derechos fundamentales más importantes de las personas usuarias del sistema de salud, como:

“su derecho a la salud, a la asistencia informada, a no ser sometida a técnicas contrarias a su salud sin su consentimiento; eventualmente también podrían ser afectados su derecho a la integridad física, psíquica y su derecho a la vida; a su vez, en el escenario planteado, se ven lesionados también sus derechos a la libertad y al trabajo”.

El TCA considera que la negativa del Ministerio de Salud a modificar el decreto para que la mamografía sea una opción pero no una obligación “desconoce la vigencia de normas constitucionales y legales que consagran el derecho fundamental de todo ciudadano a ser protegido en el goce de la libertad, así como uno de sus corolarios, el derecho a no ser sometido a procedimientos terapéuticos o diagnósticos sin previo consentimiento informado”. De ahí que los jueces establezcan en su sentencia “la necesidad del consentimiento informado” que opera “tanto en hipótesis de procedimientos quirúrgicos y terapéuticos, como en supuestos de procedimientos preventivos y con fines de diagnóstico” (13).

Juan Gérvas, doctor en medicina, médico general rural jubilado, profesor visitante Escuela Nacional de Salud Pública (Madrid, España) y forma parte del comité editorial de NoGracias

Mamografía. Ana R. contra Uruguay. O cuando la prevención es obligatoria (Por Juan Gérvas)

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