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Mónica Lalanda es una mujer valiente y con una extraordinaria capacidad de comunicación a través de sus viñetas y las redes sociales.

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Se ha convertido en un referente ético tras haber publicado una divertida y profunda interpretación gráfica del código deontológico. Por ejemplo, en el capítulo dedicado a la relación entre profesionales ha dibujado estas viñetas, que describen perfectamente su talante:

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Creemos que la persecución que está sufriendo Mónica Lalanda por parte del poder corporativo y político por sus opiniones es inadmisible. El colectivo médico no puede ser un estamento que tenga una especie de inmunidad contra las críticas públicas. Ninguno lo tiene. Ni siquiera el Rey. Ni siquiera el Papa.

Las pautas de comportamiento contenidas en el Código Deontológico son distintas de las imposiciones legales pero en un sentido de complementación o mayor exigencia (buscando fomentar entre los profesionales la excelencia y no solo el cumplimiento de los mínimos legales, siempre insuficientes para una ética aplicada).

En su introducción, el código especifica:

“Al tratarse de normas de obligado cumplimiento se ha mantenido el principio general que siempre inspiró su redacción: codificar sólo aquellas conductas y situaciones que sean asumidas por la mayoría de la colegiación, sin quebrantar la conciencia de nadie, ni violentar los fundamentos éticos que garantizan la convivencia de un amplio colectivo, que necesariamente ha de tener y mantener opiniones distintas ante algunos dilemas, que el ejercicio de una medicina cada vez más compleja plantea” (negritas nuestras). 

En este caso, se está utilizando el Código Deontológico para limitar la libertad de expresión de una ciudadana, quebrantando su conciencia.

En el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se incluyen cuatro elementos de la libertad de expresión. El primero de ellos es el derecho de todo ciudadano a “no ser molestado a causa de sus opiniones”. Se ha sostenido que la libertad de expresión es una de las formas más elaboradas de la libertad de pensamiento y que ella prolonga la libertad de conciencia. Nuestra Constitución, además de garantizar la libertad de expresión en su artículo 20, en el artículo 16 garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades, sin más limitación en sus manifestaciones que las necesarias para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.

¿Es posible utilizar artículos del Código Deontológico para castigar opiniones?

¿Es posible considerar el Código Deontológico como una excepción constitucional?

En ningún caso. Es imposible que el Código pueda amparar actuaciones que van en contra de la libertad individual y de conciencia de un médico colegiado, en una sociedad democrática; en contra de sus derechos humanos y constitucionales.

El Tribunal Constitucional ha abordado los límites de la libertad de expresión:

“emisión de apelativos formalmente injuriosos en cualquier contexto, e innecesarios para la labor informativa o de formación de la opinión pública, suponen un daño injustificado a la dignidad de las personas o al prestigio de las instituciones”.

Por tanto es posible considerar que existen circunstancias en las que la libertad de expresión puede ser legítimamente limitada. Sin embargo, las limitaciones y restricciones previstas constituyen siempre una excepción frente a la libertad de expresión, que es la regla general.

Este principio tiene importantes consecuencias prácticas ya que impone una pesada carga probatoria a quien pretenda restringir la libertad de expresión. Es decir, cualquier barrera al ejercicio de la libertad de expresión debe interpretarse de manera restrictiva. Entre las limitaciones absolutas a la libertad de expresión se han señalado clásicamente: propaganda a favor de la guerra, apología del odio nacional, racial o religioso, y, en general, cualquier incitación a la violencia. La tesis jurídica democrática es que ningún grupo en particular puede gozar de inmunidad contra la crítica siempre y cuando dicha crítica no pretenda “agraviar a sus miembros con el propósito de promover su supresión o sometimiento a otro grupo.. El elemento crucial es el odio nacional, racial o religioso»

En ningún caso puede decirse que el escrito de Mónica Lalanda pretenda generar odio contra el colectivo médico en general o los médicos de urgencias en particular. El expediente disciplinario abierto a la Dra Mónica Lalanda es un intento de amedrentamiento, una coacción a la libertad de expresión y una amenaza contra el profesionalismo que necesariamente tiene que ser democrático

Reproducimos la entrada publicada hoy por Mónica Lalanda en su blog y mostramos públicamente nuestra solidaridad y apoyo

Mi expediente disciplinario

El Colegio de Médicos de Segovia me acaba de abrir un expediente disciplinario que me puede suponer la inhabilitación profesional, por un tiempo de hasta un año.

Veréis, hace 25 años que soy médico; de esos he pasado 16 en Inglaterra, formándome y trabajando como médico de urgencias. Volví con mi familia a España para que mis hijos crecieran aquí y los últimos ocho años he tenido un contrato de guardias en el Servicio de Urgencias del hospital General de Segovia.

Paralelamente a mi trabajo asistencial, me dedico a la comunicación médica. Entre el 2009 y el 2011 escribí para El Mundo con un blog llamado Profesión Sanitaria y al cerrar este por la crisis, abrí mi propio blog llamado Medicoacuadros. Hago entradas de manera regular sobre temas profesionales y sanitarios. Me interesa particularmente la ética médica y soy también miembro de la comisión deontológica del colegio de médicos de Segovia.

Durante estos ocho años que he trabajado en urgencias,  la situación se ha ido haciendo cada vez más penosa, con una Atención Primaria cada vez con menos recursos en el contexto de una población muy envejecida, un hospital con menos número de médicos residentes cada año y haciendo cada uno menos guardias, un sistema informático tedioso, un servicio de apoyo de radiología bueno pero mermado, y una plantilla con 23 adjuntos de los cuales solo nueve tienen situación estable. La penosidad en las urgencias ha ido en aumento hasta hacerse insostenible en lo profesional. Y a pesar de todo, el servicio que se ofrece a los pacientes es de calidad pero solo a costa del trabajo admirable de los miembros del mismo que se dejan la piel cada día.

En verano, yo dije basta y abandoné mi contrato a la vista de la situación límite en la que me situarían tres meses de trabajo intenso sin descanso y con gran riesgo para mis pacientes. Puse quejas en la gerencia ya en abril y al marcharme en junio en la gerencia del hospital, la dirección médica y la gerencia de área, pero a día de hoy no he recibido respuesta.

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https://medicoacuadros.wordpress.com/2016/08/03/querida-explotacion-laboral-te-dejo-no-cuentes-ya-conmigo/

El 3 de agosto decidí hacer una abstracción de mi propia experiencia y escribí en mi  blog una denuncia sobre el SNS con la intención de exponer ante la opinión pública la situación de precariedad en que viven una innumerable cantidad de médicos. Lo titulé «Querida explotación laboral: te dejo, no cuentes ya conmigo«, Una entrada que quiso reflejar una situación que es común en nuestro sistema sanitario y que tiene su reflejo en miles de médicos en toda España, con una situación indigna, abusiva e irregular, temporal y de mala calidad. Una entrada que busca hacer de bandera a la dignidad de unos profesionales que sufrimos en silencio esta vulneración de derechos estatutarios  porque tenemos familias a las que seguir alimentando. Una situación laboral que con frecuencia es tolerada por los responsables directivos. El objetivo de mi entrada fue generar un debate en aras de converger en sinergias que mejoraran la situación de los médicos y demás profesionales sanitarios (igualmente maltratados) y por extensión una mejor atención de pacientes y usuarios del SNS.

El hecho de que yo abandonara mi contrato de guardias en mi hospital, no le hubiera interesado a absolutamente nadie si no fuera un fiel reflejo de una situación generalizada. La respuesta no se hizo esperar y el blog se hizo viral, se copió a muchos otros blogs, recibió 10.000 reacciones en Twitter, apareció en prensa médica y en prensa general .Y para mí lo más importante: la Organización Médica Colegial, única institución que engloba a todos los médicos de España y cuya misión es proteger el profesionalismo y el Código Deontológico, se hizo eco de mi escrito. Su revista Médicos y Pacientes dio difusión a la entrada, así como en su cuenta corporativa de twitter y lo mismo hicieron los miembros de la comisión permanente que están en twitter que apoyaron y difundieron mi mensaje públicamente.

El 22 de agosto el jefe de servicio de urgencias del hospital general de Segovia y otros 12 compañeros (de un total de 23 adjuntos) me denunciaron al colegio de médicos por sentirse despreciados y humillados por la entrada al blog. El colegio me abrió un expediente informativo en septiembre y se pidió a la comisión deontológica que evaluase mis opiniones en el blog.

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El 29 de Agosto y antes de conocer su denuncia, publiqué una Carta al Adelantado de Segovia, tras denunciar un compañero enfermero que la situación en las urgencias durante Agosto era caótica y  tras aparecer una mención a mi nombre en el mismo. Esa carta sí hace ya referencia a mis compañeros del servicio de urgencias de Segovia, y los  describo como lo que son, excelentes profesionales, fantásticos médicos, abnegados, generosos y dedicados. La entrada inicial al blog nunca trató de ellos y me duele haberles ofendido, siento mucho si les ha podido causar malestar. Pero es precisamente porque nunca trató sobre ellos, ni nunca fueron mencionados, ni aparece insulto ninguno, por lo que la entrada continúa intacta en el blog a pesar de su reacción y por lo que mi conciencia permanece tranquila. Yo respondo de lo que escribo no de cómo se lea.

Lo que quiero hoy comunicar con esta entrada al blog es que la tarde de Reyes el colegio de médicos de Segovia me notificó a través de un documento legal de cinco hojas, que ha acordado incoar Expediente Disciplinario contra mí pues consideran que mi conducta puede ser objeto de una falta grave por haberse trasgredido los artículos 37 y 38 del Código de Ética y Deontología médicapor las acusaciones vertidas contra el servicio de urgencias y sus miembros, focalizadas en el Dr xxxxxx (jefe de servicio) pero no de forma exclusiva, y con la consiguiente alarma social que ha podido crear sobre el funcionamiento del servicio de urgencias de Segovia, sin fundamento, a tenor de sus publicaciones en prensa y redes sociales, teniendo en cuenta el poder de las mismas y el peso de la Dra Lalanda en los medios”

“La sanción que pudiera corresponder: conforme a lo dispuesto en el artículo 72.3 de los Estatutos colegiales, la comisión de una falta grave es sancionable con la suspensión del ejercicio profesional durante un año”

El procedimiento ya ha empezado habiéndose nombrado un Instructor y un Secretario que me tomarán declaración en los próximos días pudiendo yo ir acompañada de un defensor y un letrado. Yo ya he comunicado al instructor del expediente disciplinario mi voluntad de contar con un defensor (una compañera médica) y en colaboración con un equipo de abogados se está organizando mi defensa.

Desde Médico a Cuadros y como siempre, seguiré  abanderando la mejora del sistema sanitario, la seguridad y dignidad de los pacientes y la dignidad profesional de los médicos; y por supuesto, dado el momento procedimental corporativo-deontológico en el que me encuentro, siempre con el máximo respeto a la legalidad colegial, al Instructor y al Secretario de mi expediente disciplinario

Seguiré denunciando situaciones inadmisibles y defendiendo sin corporativismos, el pundonor de mis compañeros médicos (de todos, los que están cerca y los que están lejos, los que pueden quejarse y los que no, los más valientes o los que sean víctimas de violencia simbólica). Por lo tanto, dada la trascendencia y gravedad de la situación, que entiendo va mucho más allá del problema que me ha generado a mí a nivel personal, os invito a reflexionar con calma y a comentar en los ámbitos que os parezcan más adecuados o como respuestas a esta entrada en el propio blog.

Gracias

“El final de nuestra vida comienza cuando permanecemos callados ante cosas que de verdad importan” Martin Luther King