Gran texto de la periodista científica Maryanne Demasi relatando la crisis de Cochrane, publicado en el blog de BMJ EBM.
Cochrane: ¿un barco que se hunde?
Ha estallado un escándalo en la Colaboración Cochrane, la organización científica más prestigiosa del mundo dedicada a las revisiones independientes de las intervenciones sanitarias. Uno de los miembros de la junta directiva de más alto perfil ha sido despedido, lo que ha dado lugar a que otros cuatro miembros de la junta organicen un éxodo masivo.
Están protestando por lo que consideran un cambio de la organización hacia un enfoque de modelo de negocio comercial, lejos de sus verdaderas raíces del análisis científico independiente y debate público abierto.
Existe la preocupación de que Cochrane se esté preocupando más por la «promoción de la marca» y los «intereses comerciales» y dando menos importancia a la transparencia y la producción de «pruebas fiables».
Todo comenzó como un choque de personalidades a fuego lento, entre el CEO y un miembro de la junta, pero ahora se ha convertido en una espectacular guerra de palabras, donde los problemas subyacentes de Cochrane han salido a la superficie, con muchos informantes prediciendo el comienzo del fin de Cochrane.
La disputa
Se convocó una reunión de los fideicomisarios de Cochrane en un esfuerzo por resolver una disputa en curso entre el Director Ejecutivo de la Colaboración Cochrane, Mark Wilson y uno de los padres fundadores de la Colaboración Cochrane en 1993, el Director del Centro Cochrane Nórdico, Peter C. Gøtzsche.
Todo comenzó con lo que podrían ser percibidos como temas bastante triviales. Wilson acusó a Gøtzsche de utilizar el membrete de Cochrane en una denuncia que realizó ante la Agencia Europea de Medicamentos quejándose de su evaluación de los posibles daños de las vacunas contra el VPH y de testificar en un juicio sin declarar abiertamente que su testimonio experto expresaba opiniones «personales» y no una posición oficial de «Cochrane».
Wilson alegó que constituía una violación de la «política de comunicación», una afirmación negada por Gøtzsche. La disputa se intensificó después de que varias personas se quejaran a la Junta sobre el enfoque de Gøtzsche de «no hacer prisioneros» cuando crítica la ciencia financiada por la industria.
Gøtzsche es conocido por sus contundentes críticas sobre los daños de los programas de detección del cáncer de mama y el uso excesivo de fármacos psiquiátricos, y se ha referido a la industria farmacéutica como «crimen organizado». Pero su artículo más reciente, con los coautores Lars Jørgensen y Tom Jefferson, fue una crítica mordaz de la calidad y la metodología de la revisión de las vacunas contra el VPH de Cochrane. [1]
La reacción fue inmediata y la dirección de Cochrane acusó al equipo de Gøtzsche de causar daños a la reputación de la organización, alimentando a los anti-vacunas y arriesgando «la vida de millones de mujeres en todo el mundo al afectar las tasas de captación de la vacuna», según una queja del editor del Grupo Cochrane que publicó la revisión sobre el VPH.
Gøtzsche apoyó el trabajo de su grupo, provocando una revisión interna urgente en Cochrane. El 3 de septiembre de 2018, el Editor en Jefe de Cochrane, David Tovey, y su Subdirectora, Karla Soares-Weiser, emitieron una declaración afirmando que las críticas a la revisión de la vacuna contra el VPH habían sido «sustancialmente exageradas» e «inexactas y sensacionalistas».
«Gente de todo el mundo ha interpretado la crítica de los editores de Cochrane como la «última palabra»», dijo Gøtzsche con frustración. «Los editores ni siquiera abordaron nuestra preocupación más importante de que los daños de la vacuna contra el VPH habían sido subestimados en gran medida y que gran parte de los datos clínicos no están incluidos en la revisión».
Revisión Legal
El Consejo de Administración acordó contratar los servicios de un bufete de abogados externo para evaluar de forma independiente la disputa entre Gøtzsche y Wilson. En julio de 2018, Gøtzsche recibió 400 páginas de documentos que contenían alegaciones sobre cómo había violado las políticas de Cochrane y dañado su reputación.
Gøtzsche tomó represalias presentando un expediente de 66 páginas en el que se esbozaban, con todo detalle, acusaciones de que el equipo directivo de Wilson estaba «destruyendo» a Cochrane tratándolo como si fuera una «marca o un producto», acusando a Wilson de «abuso grave y mala gestión de Cochrane», «manipulación de las actas de las reuniones» y «gestión temerosa».
Los abogados hicieron una montaña de documentos y se esperaba que entregaran un veredicto a tiempo para la reunión de la Junta de Gobierno del 13 de septiembre. Doce horas antes de que comenzara la reunión, el informe de la abogada fue entregado a la Junta con la salvedad de que no se había concedido tiempo suficiente para una revisión exhaustiva de todos los temas.
No obstante, el informe concluyó que ninguna de las graves acusaciones contra el ejecutivo de Cochrane podían ser corroboradas, ni tampoco que Gøtzsche hubiera violado la Política de Comunicación o hubiera actuado de manera inapropiada en su papel de Fideicomisario.
La reunión de la Junta
La copresidenta, Marguerite Koster, concedió a Gøtzsche «cinco minutos» para exponer su caso. Los testigos en la sala dicen que Gøtzsche fue interrumpido constantemente antes de que se le pidiera que abandonara la sala mientras los otros miembros de la Junta Directiva discutían la situación. Gøtzsche ya no tuvo la oportunidad de defenderse ese día.
Después de más de 6 horas de deliberación, los 12 miembros restantes del Consejo votaron sobre si Gøtzsche podía seguir siendo su 13º miembro del Consejo de Administración y seguir ejerciendo su trabajo bajo la licencia Cochrane.
Cinco votaron a favor de permanecer, seis votaron a favor de destituir y seis en contra. Al final, un voto «minoritario» [6 de 13] hizo que Gøtzsche dejara su puesto y perdiera su membresía Cochrane. Después de 25 años de servicio a Cochrane el autor de 17 revisiones Cochrane, Peter Gøtzsche, se enteraría oficialmente de su destino por correo electrónico.
«No se ha dado ninguna justificación clara y razonada para mi expulsión, aparte de acusarme de causar «descrédito» a la organización», afirma Gøtzsche. «Esta es la primera vez en 25 años que un miembro ha sido expulsado de Cochrane».
Varios miembros de la junta directiva se mostraron conmocionados por como se había tratado a Gøtzsche.
«La evaluación legal esencialmente exoneró a Peter de violar la Política de Cominicación, por lo que sus enemigos se pasaron el día inventando nuevas excusas para deshacerse de él», dijo un miembro de la Junta. «Expulsar a Peter es totalmente desproporcionado», dijo otro de los partidarios de Gøtzsche. «Era como buscar cualquier pretexto en su comportamiento para despedirlo.»
Al día siguiente, 14 de septiembre de 2018, cuatro miembros de la Junta de Gobierno dimitieron en solidaridad con Gøtzsche y porque sentían que tenía que ocurrir algo drástico para salvar a la organización (ver arriba carta).
«Lo que debería ocurrir ahora es que todo el Consejo de Administración dimitiera y se comenzara de nuevo», dijo un miembro tras su dimisión.
El 15 de septiembre de 2018, una nota de los directores Cochrane y de los co-presidentes de la Junta Directiva declaró la dimisión de los cuatro miembros y que los recambios para la junta estaban en marcha, pero no mencionó la expulsión de Gøtzsche.
«No entiendo por qué están metiendo la cabeza en la arena», dijo un miembro de la junta. «Deberían hacer algo ahora para atender las preocupaciones de todos».
El barco de Cochrane se hunde
Los acontecimientos que han tenido lugar en los últimos días tienen consecuencias para Cochrane mucho más allá de la vergüenza pública de perder más de un tercio de su Junta de Gobierno.
Gran parte del trabajo científico de Gøtzsche en el Centro Cochrane Nórdico se ha centrado en exponer los defectos de los ensayos clínicos y la influencia indebida de la industria farmacéutica en la investigación médica.
Además, están las cuestiones planteadas en un editorial reciente, escrito por el Dr. Tom Jefferson del Centro de Medicina Basada en la Evidencia de Oxford. Explica los problemas que existen detrás de la dependencia de los datos que tienen los artículos publicados en revistas, muchos de los cuales probablemente contengan un «sesgo insondable».
«Sabemos que las revistas biomédicas publican artículos que son neutrales en el mejor de los casos, pero que en su mayoría son positivos y tienden a enfatizar los beneficios y minimizar o incluso ignorar los daños», dice Jefferson.
«Lo que se publica en las revistas médicas es una versión en calzador o una versión resumida y no se sabe qué criterios se aplican para elegir qué datos se incluyen en la versión impresa. Esto introduce un sesgo insondable».
La sorprendente respuesta de Jefferson a la pregunta de si deberíamos ignorar la evidencia de los artículos de las revistas fue: «probablemente», a menos que no se tomen medidas urgentes para abordar el tema de la parcialidad en la información mediante la selección de las evidencias (cherry picking) y la manipulación de los resultados de la investigación.
Esto pone a Cochrane ante un problema enorme. El fin de la organización está en la realización de revisiones sistemáticas. La evidencia básica, sobre la cual se basan estas revisiones, tiene, en gran medida, riesgo grave de sesgo, especialmente para las intervenciones en las que existe un gran mercado.
«El argumento de que Cochrane ha estado publicando revisiones que son principalmente beneficiosas para los patrocinadores de estas intervenciones es un hecho», dice Jefferson. «Si la revisión está compuesta de estudios sesgados, en algunos casos redactados por escritores fantasmas o los estudios que no han sido publicados no se tienen en cuenta en la revisión, entonces «entra basura y sale basura»; lo que pasa es que la «basura que sale» se sintetiza sistemáticamente y se le pone un bonito logotipo de Cochrane en ella».
En cuanto a los datos detrás de las vacunas contra el VPH, es una cuestión de si alguien ha visto el conjunto completo de datos. «La respuesta es que nadie fuera de los fabricantes de vacunas los han visto. No los han visto ni los reguladores de los medicamentos y ciertamente tampoco los científicos independientes», dice Jefferson. «Así que si me preguntaran qué opino de las vacunas contra el VPH, les diría: «No lo sé porque no he visto todos los datos».
Además, Gøtzsche dice que la política de Cochrane con respecto a los conflictos de intereses de los autores de las revisiones es inadecuada. «Hace un año propuse que no debería haber autores de revisiones Cochrane que tuvieran conflictos de intereses financieros con compañías relacionadas con los productos considerados en las revisiones», dice Gøtzsche. «Pero Cochrane no hizo nada al respecto».
Actualmente, Cochrane permite que hasta la mitad de los autores de una revisión tengan conflictos de interés, una política que es ampliamente criticada por muchas personas de la organización y que es en gran medida desconocida por el público.
Entonces, ¿por qué Cochrane no ha hecho nada al respecto?
«Cochrane se ha vuelto demasiado sensible a las críticas a la industria farmacéutica», dice un miembro de la junta directiva. Los informantes dicen que una «posible preocupación» podría ser que Cochrane teme que las críticas de Gøtzsche a la revisión de las vacunas contra el VPH tengan un impacto negativo en su patrocinio por parte de la Fundación Bill y Melinda Gates.
Censura científica
Cochrane ha sido acusado de «censura científica» y ahora está en una fase de «control de daños» para contener la pesadilla de imagen a la que se enfrenta
Públicamente, Cochrane siempre ha mantenido que fomenta el debate sobre temas científicos, incluyendo los temas controvertidos. «Cochrane valora la crítica constructiva de su trabajo y lo reconoce públicamente a través del Premio Bill Silverman …. con el fin de ayudar a mejorar su trabajo, y así lograr su objetivo de ayudar a las personas a tomar decisiones bien informadas sobre la atención sanitaria», afirma Cochrane.
Sin embargo, la realidad es muy diferente. «No creen en la ciencia plural democrática», dijo un miembro saliente de la junta directiva. «La buena gobernanza de la ciencia siempre requiere debates abiertos. El prestigio de una institución científica tiene que ver con su capacidad de gestionar los debates críticos, no de censurarlos».
«La ciencia necesita ser desafiada, no debe ser políticamente correcta, no es una búsqueda de consenso», dice Gøtzsche. «No se puede decir que un desafío público a la ciencia sea «controvertido’, ese es un término peyorativo. Es simplemente lo que nuestro trabajo como científicos requiere de nosotros».
El futuro de Cochrane
Cochrane se encuentra en una crisis moral y muchos dicen que ha perdido el liderazgo democrático. «En docenas de asuntos, la Junta sólo puede votar a favor o en contra con muy pocas oportunidades de enmendar o modificar las propuestas del equipo ejecutivo», dice Gøtzsche.
El Centro Cochrane de EE.UU. ya cerró en la primavera de 2018, en frustración por la gestión y otros directores de centros también están contemplando la posibilidad de abandonar Cochrane. Mientras que aquellos que han sido críticos con la dirección de Cochrane, simplemente se han retirado; Gøtzsche ha hablado públicamente y ha soportado las consecuencias.
«La recuperación de esta situación desesperada exigiría la disolución de la actual junta, la celebración de nuevas elecciones y un amplio debate participativo sobre la estrategia y la gobernanza futuras de la organización», dice Gøtzsche.
La Asamblea General Anual del lunes (17 de septiembre) podría arrojar luz sobre el futuro de Cochrane.
Maryanne Demasi es una periodista científica e investigadora que trabaja con el Prof. Peter C. Gøtzsche, del Nordic Cochrane Centre, y estuvo presente en Edimburgo en el momento de la reunión, pero no estuvo presente en la sala de debate.
Me sumo a la preocupación expresada por Trisha Greenhalgh, sin tomar parte (todavía), en torno a las «guerras de los evidenciólogos».
https://twitter.com/trishgreenhalgh/status/1040905851974938626
Creo que es pronto para realizar un juicio claro. Siendo la reunión de Cochrane hoy, es de esperar nuevas evoluciones. La prudencia creo que no es mala consejera, al menos para los que no formamos parte de la organización ni tenemos ambiciones o intereses en la misma, pero valoramos lo que representa.
https://twitter.com/trishgreenhalgh/status/1041055036820869122
En este contexto, NoGracias sí parece tomar parte, para a la postre aplicarle a una de las partes (la de Gotzsche -con la difusión de su nota – y la del BMJ EBM – con la traducción de esta entrada-) la batería de hipótesis que viene defendiendo desde hace tiempo, que deben ser tenidas muy en cuenta y ponderadas, sin duda, pero que en el fondo, son aplicables indistintamente de la polémica actual (http://www.nogracias.eu/2018/09/15/cochrane-pierde-credibilidad-cientifica-social-la-deficiente-gestion-las-criticas-revision-la-vacuna-del-papiloma-vph/)
Por mi parte, ni las críticas, ni las circunstancias, tristemente, me parece que están tan claras, por lo que se atisba desde la distancia.
Para una visión que parece más ponderada (por desapegada) o al menos complementaria de la descripción realizada por la colaboradora de Goztsche y bloggera del BMJ EBM, ver la crónica de Marcus y Oransky: https://www.statnews.com/2018/09/16/expulsion-cochrane-peter-gotzsche-medicine/?utm_campaign=trendmd
Y para una visión argumentaba y «crítica con la crítica» del BMJ EBM, de una colaboradora de primera generación de Cochrane, Hilda Bastian, cuyo blog de PLOS, es una delicia que exista, Absolutely Maybe, ver sus entradas:
https://blogs.plos.org/absolutely-maybe/2018/08/25/the-hpv-vaccine-a-critique-of-a-critique-of-a-meta-analysis/
https://blogs.plos.org/absolutely-maybe/2018/08/31/the-hpv-vaccine-should-be-preventing-cervical-cancer-can-we-tell-whether-it-actually-is/
Y la dedicada a monitorizar lo que llama, con dureza, una «controversia manufacturada» y con fuertes sesgos intelectuales e ideológicos.
Una pena. No me sorprende descubrir comportamientos humanos en… seres humanos, por más que se invistan de la pátina del «amor por la evidencia». Al final, pobres mortales somos todos.
Ay, los sesgos… De nuevo, me apunto al enfoque de Trish:
https://twitter.com/trishgreenhalgh/status/1040996376937676801
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/jep.13010
Tengo para mí, que en este tema se están mezclando varios planos de distinto calado y en el que no «gana» ninguna de las partes en todos: a) la bondad o no de las vacunas de HPV; b) el rigor o no de las revisiones sobre dicha bondad; c) la manera de discrepar sobre dichas revisiones y expresarlo al interior de una organización; d) la gobernanza de una «institución» como la Colaboración Cochrane y la tolerancia de las visiones críticas; e) las tensiones, más o menos legítimas, y eventualmente personales o de poder, entre responsables y líderes, de una institución; f) la proporcionalidad, legitimidad y consecuencias de una actuación drástica (si bien contemplada en las «reglas de funcionamiento») como es la expulsión de un líder de una institución.
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Declaración de conflicto de intereses: No tengo ningún interés económico en juego. Pero soy rehén de mis limitaciones humanas, que intento minimizar con dosis de «escepticismo esperanzado» y con ración de argumentos con obsesión por los detalles. Tengo pasión por el conocimiento y perplejidad por el ser humano en su complejidad y paradoja, que me hace sentir afín a algunas personas y a ciertos argumentos, por ej. con Abel Novoa (por desgracia no siempre van de la mano ambas cosas, lo que pone a prueba nuestra madurez intelectual y para las relaciones). Respecto a sesgos, en el caso concreto de Gotzsche, al que no conozco personalmente, ni he cruzado una palabra con él, he pasado de admirar su trabajo a sentir creciente prevención intelectual por el mismo, por ver muestras preocupantes de comportamientos inquisitoriales y un reguero de juicios de intenciones en aquellos con los que antagoniza. Demasiados argumentos «ad hominem» e incursiones en falacias lógicas y argumentativas (¡Maestro Douglas Walton, guíanos!: http://www.uwindsor.ca/crrar/). Y no en sólo en lo que publica abiertamente. He visto, de primera mano correos completamente desnortados criticando sin rigor y con formas muy desafortunadas e iracundas cuando no se comparten sus críticas (en polémicas sobre psiquiatría, p.ej.). A la postre, soy tendencialmente marxista, de Marx, Groucho: si no les gustan mis sesgos, tengo otros. Pero me tienen que convencer para cambiarlos.
«Evidence»-Based Medicine at its best, en el ámbito mundial: la realidad y la verdad del ejercicio médico honesto, empírico y crítico en cualquiera de sus aplicaciones al paciente perseguidas, sometidas y (si nadie les para los pies) superadas por el mito «cientúfico».
El altar de Su Deidad Comercial, la Omnis-Ciencia, pide más sangre en la misma proporción en que se cuestiona su perversa, corrupta influencia. Sus secuaces harán rodar cuantas cabezas sean precisas para aplacar a esta especie de espantosa, destructiva Kali del conocimiento médico. Amedrentar, acallar, eliminar la discrepancia si eso ayuda a salvaguardar las ventas de unos y las creencias en esta mito-medicina «científica» de otros.
Ya pueden estar orgullosos los instigadores, perseguidores y ejecutores de la indiscriminada neo-inquisición cientúfica contra la discrepancia médica en nuestro ámbito nacional. Lo están haciendo razonablemente bien, a cada quien su mérito. Para estar «a la altura» y otear mejor las presas, un «observatorio». Para una eficaz, despiadada acción supresiva, la alianza con el movimiento pseudo-escéptico. Para una persecución sin interferencias de los requerimientos de la deontología más básica y con el apoyo de opinión pública modelada desde medios afines al mito tecno, las etiquetas: vende-humos, anti-vacunas, engaña-bobos, pseudo-terapeuta, pseudo-científico… Para qué siquiera escuchar los motivos del ejercico no convencional, a quién le interesa tal experiencia médica. Respecto al posible beneficio para los pacientes, sabido es que lo que «no puede ser», no puede ser. Ni debe serlo. Y en esas están algunos.
En todo este torbellino purgador «científico», hay una vertiente de acoso y derribo en el ámbito de la «gestión del conocimiento» (ahora le ha tocado a Gotzsche) y otra en la práctica de la medicina. Empezaron (siguen) con los médicos homeópatas como punta de lanza; siguen (y seguirán) con los médicos naturistas, acupuntores y toda variante de ejercicio médico «no convencional»… En el horizonte no tan lejano, la libertad de conciencia del médico y la libertad de prescripción de la profesión. La valiosa y definitiva pieza: todo ejercicio médico discrepante con los cánones establecidos por los prosélitos de Su Deidad. Los mismos que desde ya, con las correas de transmición bien engrasadas, están sentenciando qué es «suficientemente» científico y qué no. Qué es deontológica, éticamente aceptable y qué no.
Cuando las luces que predominan en medicina son las del fuego de las hogueras en un entorno de tinieblas, es tiempo de plantarnos (profesión Y sociedad) y darle una vuelta a lo que estamos haciendo, en quienes estamos confiando para gestionar nuestros asuntos profesionales y colegiales de unos, y sanitarios de todos.
Y, quizás, una entrañable patada en el trasero a todos los agentes de ventas del pensamiento único y de cualquier monopolio en el ámbito de la salud.
https://www.npr.org/sections/health-shots/2014/01/25/265750719/how-vaccine-fears-fueled-the-resurgence-of-preventable-diseases
Sí, gran texto de Demasi. Casi tan bueno como aquel programa que hizo sobre el wifi, diciendo que era lo peor para la salud. O ese otro hablando de una falsa cura de la esclerosis múltiple. Demasi tiene un «buen» historial, que a este paso se parecerá pronto al de Iker Jiménez.
Por un lado, como simple médico de pueblo, disculpa mi debilidad de transigencia con las incoherencias diarias el ver caer a Peter Goëtche, y por otro lado acaba con mis esperanzas de que esto pueda arreglarse. Los laboratorios y los beneficios lo controlan todo, hasta la Cochrane. La ciencia y la medicina son una rama importante de las finanzas.Quizás «es hora de morir» aunque nunca nos acercaramos a las puertas de Tannhäuser (para los entusiastas de Blade Runner)