Lo sabemos, estamos convencidas, lo experimentamos a diario. Atención Primaria somos una especie en extinción, una rareza en el sistema, en el global y en el económico-liberal. Públicos, universales (aunque hace años que ya no), eficientes, desmedicalizadoras (cuánto podemos), próximas, eficientes, resignadas, leales a los ciudadanos a quienes proveemos cuidados de forma longitudinal. Somos Atención Primaria. Médicas, enfermeras, administrativas, auxiliares, trabajadoras sociales.
Esta última semana, sin embargo, hemos alzado la cabeza y hemos dado un golpe en la mesa. Huelgas en Catalunya. En Andalucía. De residentes. A riesgo de que desaparezcamos del diccionario, como Juan José Millás decía en su Orden Alfabético, hemos gritado nuestro nombre al viento y nos hemos movilizado junto con la población que también grita nuestro nombre, para rescatarnos de ese olvido al que nos tienen acostumbrados los que gobiernan, pese a que insisten en que somos el eje del sistema.
Esperamos que este haya sido realmente “El despertar de la Atención Primaria”,como escriben nuestros amigos de FOCAP.
Recomendamos el artículo del siempre lúcido Juan Simó, en su blog “Salud, Dinero y AP”. Juan Simó centra su análisis en tres puntos:
1- El punto de saturación de los profesionales: la indignidad.
2- El menosprecio al que está sometida la Atención Primaria, por parte de los políticos.
3- Siete medidas para que pongan en marcha los políticos para mejorar la Atención Primaria,
con base en la universalidad
4- La necesidad de la creación de un sindicato de médicos/as de atención primaria a nivel
nacional.
¿Veremos un levantamiento estatal de la AP? Falta nos hace a todas.
Elena Aguiló es médica de familia y comunidad y miembro de la Junta Directiva de NoGracias.
Gemma Torrell es médica de familia y comunidad y miembro de FOCAP
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