“Entraron tres ginecólogas en la sala. Una de ellas se subió encima de mí y aunque yo chillaba de dolor…”.
Una «ayudita” sin ciencia y sin ética, la presión del fondo uterino #Kristeller
Durante la fase final del parto cabe intentar acortarlo y «ayudar un poquito» ejerciendo presión sobre el fondo del útero, empujando sobre el abdomen de la parturienta con una mano, las dos, o incluso el antebrazo. Es lo que se llama «presión del fondo uterino» o «maniobra de Kristeller». Es una intervención sin ningún fundamento científico, con graves efectos adversos. En España se sigue haciendo y en muchos casos ni se explica a la mujer, ni se registra en la historia clínica pues es «sólo una ayudita».
Lo relata bien esta paciente que acudió en enero de 2017 y, aunque deseaba un parto respetado, se encontró con prácticas como la rotura de bolsa sin que la informaran – y aprovechando un tacto –, presión por ponerle la epidural, maniobra de Kristeller y una episiotomía que la tuvo mes y medio sin poder sentarse y quince meses sin poder mantener relaciones sexuales.
Relata que desde el principio el trato recibido fue de “nulo respeto por un parto de evolución espontánea” y que áquello hizo que se sintiera aún más vulnerable.
Tras más de 12 horas sin apenas poder moverse, y cuando el momento del expulsivo se acercaba, le realizaron hasta en dos ocasiones la maniobra de Kristeller. Lo hicieron tras anunciar que la iban a ayudar:
“Entraron tres ginecólogas en la sala. Una de ellas se subió encima de mí y aunque yo chillaba de dolor, siguió. También utilizaron fórceps sin explicar lo que estaban haciendo y en todo momento solo hablaron de una ayudita”
No recomiendan la «presión del fondo uterino» (Kristeller) ni el Ministerio de Sanidad (en España), ni la Organización Mundial de la Salud (en el mundo), ni las Revisiones Cochrane
Una forma frecuente de «disimular» esta forma de violencia obstétrica es tratar la «presión del fondo uterino» (Kristeller) como «sólo una pequeña ayuda», lo que sirve de excusa para que en España se siga utilizando en el 25% de los partos vaginales y no se suela registrar en la historia clínica
Como es natural, las asociaciones que promueven un parto respetado están en contra de la «presión del fondo uterino» (Kristeller), y buen ejemplo es la campaña de «El Parto es Nuestro» titulada «Stop Kristeller»
Son frecuentes las reclamaciones y los juicios por los graves efectos adversos de la “presión del fondo uterino” (Kristeller), como fracturas de costillas y de esternón en la madre y distocia de hombros e hipoxia en el bebé
Estos son algunos de los relatos respecto a la “presión del fondo uterino” (Kristeller):
“Yo estuve dilatando desde las 4 de la tarde hasta las 12 de la noche que me dijeron que ya podía empujar y las tías estas se me subieron encima porque decían que el niño se había colocado mal en el ultimo momento y así estuvieron hasta las 4 de la mañana que me llevaron al quirófano a hacerme una cesárea”.
“Entonces ¿a mí no me deberían haber hecho lo que me hicieron, no? Se me subió una tía encima mía yo casi vomitando…. Lo peor, y para luego hacerme una cesárea”.
«Mi marido se fue a ponerse la bata preparado para entrar en el parto pero no pudo ser…la gine se tiró encima de mí clavándome los codos con todas sus fuerzas empujándome, yo gritaba del dolor. La segunda vez que lo hizo provocó el desastre. De pronto el monitor del bebé empezó a caer en picado y yo a sangrar, mi útero no aguantó y reventó. Empecé a ver todo borroso, gente gritando corre, corre mientras me trasladaban al quirófano»,
“Me paso así mismo pero con la diferencia que una se montó arriba y la otra me daba en la barriga como si me aplastara la panza, horrible y terminé en cesárea igual, duré 3 hora y ellas haciendo lo mismo. Al día siguiente me levanté con los músculos de mis costillas desgarrados, moretones horribles desde mis costillas hasta el hombro, sin contar que me hicieron episiotomia y la herida de la cesárea fue horrible gracias a Dios mi hija está bien”.
“Debido a esta horrorosa maniobra… la ginecóloga me fracturó el esternón. Con las consecuencias horrorosa que podría haber sufrido de perforación en algún órgano interno, me quedó solo una secuela… dolor para siempre en la zona y no poder coger a mi bebé durante 4 meses, y no poder ni respirar…. #horroroso “.
“Pues a mí esa maniobra salvó la vida de mi hijo, si no hubiera sido por eso mi hijo no estuviera hoy en día vivo y felizmente saludable”.
“A mí me la hicieron en mi segundo parto, a pesar de decirles el dolor que me estaban provocando. Me fracturaron una costilla, cosa a la que no le dio importancia la matrona…a ella no le dolía, claro….”
Conclusión
Se suele ofrecer “una pequeña ayuda” para acelerar el parto y facilitar la fase final de la expulsión, “la presión del fondo uterino” (Kristeller), pero no es más que una maniobra sin fundamento ni ética que forma parte de la violencia obstétrica
Mercedes Pérez-Fernández, especialista en Medicina Interna, jubilada, Equipo CESCA, Madrid, España mpf1945@gmail.com
Juan Gérvas, médico general jubilado, Doctor en Medicina, Equipo CESCA, Madrid, España jjgervas@gmail.com @JuanGrvas www.equipocesca.org
Esta maniobra “ayuda” como los IBP “protegen” el estómago: violentando y (a largo plazo) atrofiando, resp. Pero, también en asuntos de semántica, quien da primero da 2 veces. Llámalo de entrada, un suponer, “antidepresivo”. Que ya yo luego, si eso….
Si el observatorio contra las “pseudociencias” de la OMC llevase realmente a cabo su propia, delirante pretensión de eliminar del ejercicio médico todo lo que no sea “ciencia”, también aquí hay faena. No habría suficientes brazos, ginecólogas ni matronas encaramadas en el vientre del ejercicio médico para tanta Kristeller necesaria.
¡Quiá!
Una revisión de cada aspecto de nuestro ejercicio médico profunda, serena, desprejuiciada, fundamentada, independiente de intereses del comercio, inmune a los agentes del pensamiento único, realmente beneficiosa para CADA paciente porque estará centrada en él/ella vendrá de la mano de la propia Medicina, mientras no confunda su vocación, visión y misión. No de inquisidores, vendepatentes, cientufos de todo pelo y pseudoobservadores.
¡Gracias, NoGracias!
No hay Kristeller necesaria, me gustaría ver cómo te estrujan a ti los testículos hasta que te salgan por la bolsa escrotal. Qué fácil es hablar teniendo pene e ir de Dios salvador de vidas.
Casi al final del parto, con una matrona muy respetuosa, entró un ginecólogo. No me miró. Se acercó para practicar esta maniobra. Yo le grité: ¡No me ponga la mano encima! ¡No me toque! Éntonces él dijo: O sale en el siguiente pujo o te lo saco con forceps,y salió del paritorio. Un cabrón, vamos.
Fue un momento muy violento para mí que, afortunadamente, hoy puedo contar con cierta dosis de guasa.
No se pueden contemplar esas fotos que acompañan al texto sin llenarte de rabia.
Muchas gracias, Juan y Mercedes