[Gracias a Joan Carles March y Gaceta Sanitaria por la entrevista].

 

Escuchar a Joan-Ramon es un placer y un lujo. Por su rigor, profundidad, independencia y compromiso con la búsqueda de la verdad. En esta entrevista desarrolla, amplía y reformula de manera tranquila pero firme algunas de las ideas que expuso en la comparecencia en el Congreso de los Diputados.

No cabe la menor duda de que esta entrevista no tendrá el impacto de la comparecencia, aunque es, al menos, igual de valiosa; si no más. No sucedió entonces que molestaran las ideas, los argumentos y las evidencias que Joan-Ramon expuso sino que una buena parte del poder establecido (políticos, medios de comunicación, profesionales sanitarios que obtienen distintos réditos por establecerse en línea con el status quo) no podía tolerar que alguien viniera a cuestionar de tal modo y en tal lugar una línea de pensamiento y acción por la que ellos habían trabajado tanto. Nunca antes se habían visto tantos esfuerzos conjuntos y coordinados para intentar refutar los argumentos de alguien en torno a este debate. Evidentemente esto no constituye una muestra de fortaleza sino justamente de debilidad. Claro está, pues, que no se trataba de ciencia sino de poder.

La ciencia se apoya en el método científico y es la investigación académica la que tiene la pretensión de ser científica, a diferencia de otras formas de investigación como la periodística y la comercial (Chuliá, 2012). No hace falta decir que algunas de sus afirmaciones entonces y ahora pueden ser discutidas, matizadas o enmendadas, pues falsable es la ciencia (Popper).

En cualquiera de los casos quienes piensan que no hay nada fuera de la órbita mediática en la que ellos están instalados se equivocan. Quienes piensan y sienten que por ser su posición mayoritaria la del resto está condenada a ser por los restos minoritaria se equivocan profundamente. El sentido se construye y el poder, si no se tiene, se recluta.