Este artículo pretende ser una reflexión sobre la pregunta formulada en el título. Quizá el lector piense que la conjunción “o” debería ser una “y”, de forma que no contraponga la formación del profesional con el interés de las industrias financiadoras de los congresos, por publicitarse y vender su producto.

Me hago la pregunta tras regresar con un sabor amargo del V Congreso ACL – XXII Congreso FAME 2024 (de la Associació Catalana de Llevadores (ACL) y de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME), celebrados los días 17, 18 y 19 de octubre de 2024 en Lleida). Es la primera vez que me inscribo a un congreso de estas características. Me gustó ver cómo muchas matronas desean mejorar su atención profesional y servir mejor a las mujeres y familias. Sin embargo, me causó estupor la enorme preeminencia de la industria, que en mi opinión:

  1. Eclipsó y arrinconó ese trabajo asistencial e investigador, en muchas ocasiones libre y sin financiación alguna. Fueron mucho más visibles que lo positivo asistencial e investigador de las matronas, por ejemplo, una fundación de una gran aseguradora, una clínica de reproducción asistida privada (CRA) o industrias farmacéuticas/tecnológicas (en adelante industrias). Las 60 comunicaciones de matronas se encajaron en 1h el primer día y otra hora el segundo: se presentaban en salas simultáneas, siendo posible escuchar sólo 5 comunicaciones cada día, que se tenían que exponer en 8 minutos (y otros 2 min para preguntas). Sin embargo, en las “plenarias” que contaban con la asistencia de las más de 1200 matronas inscritas, se dio espacio para la citada fundación y CRA, y los simposiums (también simultáneos) patrocinados por empresas farmacéuticas y de productos sanitarios contaban con una hora por conferenciante.
  2. Bajó la calidad del congreso. Algunas charlas servían puramente a intereses comerciales, por lo que no formaban, sino que deformaban. Hay que tener en cuenta que en los ensayos clínicos (ECA) no es oro todo lo que reluce (1). España es líder en Europa en ECA, pero la mayor parte no se publican nunca. La mayoría de los que lo hacen son de resultados positivos de fármacos, permaneciendo ocultos los que muestran resultados negativos, favoreciéndose así una imagen de falsa efectividad (sesgo de publicación) que después se perpetúa en los trabajos de síntesis de la evidencia que solo manejan conocimientos publicados (2). Este entramado sugiere falta de rigor y de responsabilidad de la Agencia Española del Medicamento, que no defiende el mejor interés de los pacientes y del SNS. Además, permite pensar que la proliferación de ensayos clínicos es más una estrategia de promoción comercial que de investigación clínica donde se pone por delante “la bolsa” (de los accionistas) que el bienestar y la vida (de los pacientes participantes) (3). Tal disparate tiene mucho que ver con la poca inversión pública en investigación y desarrollo (4), que evidentemente interesa a estas industrias. Para plantar cara a investigaciones fraudulentas, hay plataformas solidarias que evalúan estudios sobre medicamentos y otras intervenciones sanitarias y ofrecen una formación investigadora crítica (5), o exigen que todos los ensayos clínicos sean registrados y publicados (6).

Cabe dudar al menos, si tras congresos con este tipo de financiaciones, el profesional mejora la atención clínica y la salud de pacientes y poblaciones o más bien acaba sabiendo lo que la industria quiere que sepa (7).

  1. Consiguió transformar la organización y la cultura profesional. Me sobrecogió observar cómo se puede ir cargada de varias bolsas de este tipo (imagen 1) sin que ello produzca cierto sonrojo.

Imagen 1

Me es difícil comprender esta aceptación de empresas que financiaron cenas, inscripciones, y una buena parte del congreso, con la crítica (afortunada) al intervencionismo obstétrico que ha hecho nuestro colectivo, y que no es cosa de “obstetras malvados” sino que tiene mucho que ver con la estrategia de lucro de esta industria.

Hay estudios que afirman que los pagos de las industrias se concentran en médicos y en sociedades científicas que tienen (con intención o sin ella) capacidad de influir en la difusión y venta de un producto. También, que los médicos se sienten inmunes a la influencia de esta industria, pero el hecho es que los medicamentos más promocionados son los más vendidos, independientemente de su calidad. La propia industria ha calculado que el 65% del éxito de los nuevos medicamentos se debe a la visita comercial (en el Reino Unido, el 18%). Es paradójico, que los médicos aseguren que los incentivos de la industria y su publicidad no influyen en sus propias decisiones, pero sí que lo hacen en las de sus compañeros, cuando ambas afirmaciones no son lógicamente compatibles (2).

Se podrá pensar que las matronas “somos de otro linaje” y que no nos dejamos condicionar. ¿Entonces cuál es el interés de la industria en financiar y estar presente en nuestros congresos? Los representantes los tienen claro. Así lo explicó uno de ellos a una matrona en una conversación que reproduzco:

Matrona: Que sepáis que en Cantabria “X” empresa os ha comido el             terreno.

Visitante: Claro, no me extraña, si nosotros hemos dejado de visitar vuestra comunidad. Aquí somos los líderes.

Hasta se coló en el congreso una empresa de productos lácteos, mientras muchas matronas trabajan para implementar la estrategia IHAN (Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia) en sus centros de trabajo, que incluye hacer valer el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de Leche Materna. Este código afirma que las industrias que elaboran fórmulas infantiles comerciales no deben promover sus productos al público o al personal de la salud (8).

Pero es que, además, ¿qué sentido tiene un congreso en el que sólo puedes escuchar un 8.3% de las comunicaciones orales presentadas y participar en menos de un 20% de las actividades paralelas (simposium y otros espacios)? Dado que el aprovechamiento del congreso (posibilidad de ir a todas las comunicaciones y actividades) es pequeño, tendríamos que desarrollar otras formas de conocer y compartir lo que se hace en otras CCAA diferentes a las que trabajamos organizando por ejemplo sesiones formativas a distancia online. No necesitamos “macro congresos” donde sólo pagar el lugar de celebración exige un desembolso brutal. Pienso también en el ingente trabajo que lleva organizarlos a la FAME y a las asociaciones locales, compuestas por personas que trabajan de forma gratuita, ¿debemos tener a las juntas de estas asociaciones dedicando tiempo a esto y no concentrando su esfuerzo en los muchos otros asuntos que tienen entre manos?

Imagen 2 Tabla del artículo “salvaguardas, deriva institucional e industrias farmacéuticas” (2) IF=industria farmacéutica.

Síntesis y propuestas alternativas

¿Entonces una “o” o una “y” en el título? Conviene ser tremendamente precavidas mientras exista esta hegemonía monetaria de la industria farmacéutica guiada por la publicidad para un mayor negocio, y potenciada por una falta de cortapisas o salvaguardas legales e institucionales que velen por el interés del paciente y la sociedad. Es posible recorrer la senda propuesta por investigadores y profesionales (imagen 2) y en la que ya están otras asociaciones. Podemos, con relación a los congresos, empezar por:

  1. Congresos libres de humos industriales. Así son ya los congresos de muchas sociedades médicas como AEN (Asociación Española de Neuropsiquiatría), SCAMFYC (Sociedad Castellano-Manchega de Medicina de Familia), OSATZEN (Sociedad Vasca de Medicina de Familia) y otras. Los Seminarios de Innovación de Atención Primaria llevan ya en este camino de libertad casi 20 años (9) y empieza a ser recorrido por colegios profesionales como el de médicos de Toledo, en cuyos estatutos (en trámite, pero aprobados ya por la colegiación) aparece, en relación con actividades científicas, culturales y sociales:
  • Las subvenciones económicas que en relación con las anteriores actividades efectúe este Colegio, solamente podrán ser percibidas por Entidades Sanitarias. Dichas subvenciones se solicitarán de este Colegio por escrito de la entidad promotora, con una antelación mínima de un mes a la inauguración de los actos, remitiendo al tiempo programa o relación circunstanciada de las actividades a realizar, con obligación de hacer constar la participación o no por parte de la Industria Farmacéutica, de Productos o Tecnología Sanitaria. Su cuantía estará en función de la importancia y nivel de los actos programados, y deberá ser aprobada o rechazada por el Pleno de la Junta Directiva.
  • El Colegio adoptará las medidas necesarias para mantener su independencia respecto a la Industria Farmacéutica, de Productos o Tecnología Sanitaria, para que en ningún caso la marca Colegio Oficial de Médicos de Toledo, su imagen, logo o instalaciones puedan ser utilizadas por dichas Industrias con el fin de publicitar sus productos.
  1. Si el anterior punto se descarta, deberíamos poner un límite lo más bajo posible a la financiación de las industrias y/o aumentar la transparencia: publicar las cuentas de ingresos y gastos.
  2. Publicar qué porcentaje de comunicaciones y pósteres declaran tener conflictos de intereses y hacer constar las cantidades, a sabiendas de que «declaración no equivale a absolución» (10-11). Para quienes los declaren, exigir un plan asociado de limitación de los daños derivados y excluirles de los premios.
  3. No presentar en los congresos los premios de becas concedidas a matronas por industrias o sus fundaciones.
  4. Prescindir de aspectos como el catering gratuito, que además supone un derroche mayor de alimentos y plásticos y otros residuos que deterioran la salud de la mujer (12); también del concierto y otras actividades artísticas (imagen 3) que no sean gratuitas y que no tengan un fin formativo (por ejemplo, conocer más nuestras pacientes o cultivar una sensibilidad profesional determinada).

Es exigencia ética, profesional y social mantener los máximos niveles posibles de conocimientos y competencias y ello lo podemos lograr con encuentros, presenciales y virtuales, libres de «humos industriales» que fomenten la libertad de pensamiento y el mejor servicio a pacientes y familiares.

Imagen 3: Una de las 3 actuaciones artísticas del congreso.

Manuela Contreras García es matrona.

 

Bibliografía:

Otros artículos para profundizar:

Captura del conocimiento biomédico: claves para una terapia epistémica https://www.nogracias.org/2022/06/30/captura-del-conocimiento-biomedico-claves-para-una-terapia-epistemica-por-abel-novoa/

British Association for Psychopharmacology Summer Meeting 2024 https://holeousia.com/in-the-world/a-sunshine-act-for-scotland/british-psychiatry-marketing-as-education/bap-relationship-with-industry/a-decade-of-bap-summer-meetings/bap-summer-meeting-2024/

Of principles and pens: attitudes and practices of medicine housestaff toward pharmaceutical industry promotions. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/11347622/