Lipitor (atorvastatina) fue el medicamento de mayor venta en los Estados Unidos en 2010 (Pfizer obtuvo más de $ 7 mil millones) pero su patente expiró en junio de 2011  y la versión genérica entró en el mercado EE.UU. el 30 de noviembre, mientras que globalmente los hipolipemiantes siguen creciendo.

Se puede establecer un paralelismo con lo ocurrido con la simvastatina (Zocor, Merck) al perder su patente en 2006. Cuando la simvastatina genérica apareció en el mercado, Zocor ya tenía la competencia de Lipitor, mientras que ahora Lipitor carecía de competidor (la rosuvastatina –  Crestor, AstraZeneca – no ha mostrado superioridad como hipolipemiante) De acuerdo con estas hipótesis, la atorvastatina genérica dominará el mercado de las estatinas y permitirá un ahorro de $ 4,5 mil millones anuales en el 2014 (mayor si se estima el factor envejecimiento), equivalente al 23% del gasto total en las estatinas en ese año.

De especial interés es analizar las estrategias comerciales de Pfizer durante este periodo. Así, un acuerdo entre Pfizer y la primera compañía en desarrollar un genérico de atorvastatina (Ranbaxy), supuso un aplazamiento de junio a noviembre en la introducción del genérico en los EE.UU. (con un impacto potencial de 324 millones de ahorro desperdiciado). Por otra parte, la FDA planteó objeciones con las plantas de fabricación de Ranbaxy en la India, mientras Pfizer promovía tácticas comerciales alternativas (como «Lipitor for You», de venta directa a domicilio y un sistema de copago, o mantener el monopolio a precio de genérico, o acuerdos con Watson Pharmaceuticals para ceder Lipitor sin marca, a cambio de una cuota de ventas…) Estrategias que son un interesante precedente para otros medicamentos superventas a punto de perder sus patentes.

 –> NEJM