La cantinela más escuchada cuando en cualquier foro se señala el peligro de las relaciones económicas de los médicos con la industria farmacéutica es: «no, a mi no me pasa».

Esta negativa de los médicos a reconocer la capacidad de influencia de las actividades promocionales de la industria sobre sus decisiones prescriptoras se ha llamado «ilusión de invulnerabilidad»

Sin embargo, hay suficientes datos tanto sobre su efectividad (ver arriba) como sobre el daño que causan:

(1) Disminuyen la calidad de la prescripción (ver arriba)

(2) Incrementan la ineficiencia del sistema al relacionarse con la utilización de más medicamentos, más caros y con menor valor terapéutico (ver arriba, las referencias) 

(3) Cuando afecta a las sociedades científicas, favorecen la realización de Guías de Práctica Clínica sesgadas

(4) Cuando afecta a la investigación, son culpables de gran parte del 85% de desperdicio de recursos que existe en la investigación biomédica. 

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3036704/pdf/399.pdf

Brody y Light establecían, en un artículo publicado en 2011 en el American Journal of Public Health, la ley de beneficio inverso en relación con la promoción de medicamentos por la industria:

Cuánto más se promocione un fármaco, más probable es que acabe causando daños a la salud pública.

https://edition.cnn.com/2018/03/11/health/prescription-opioid-payments-eprise/index.html

Hace unos días, una investigación de la CNN validaba dramáticamente esta hipótesis con los opioides en EE.UU

La imagen de arriba perteneciente al reportaje es suficientemente reveladora: los médicos prescriben más opioides cuanto más dinero reciben de la industria que los comercializa.

https://www.theglobeandmail.com/news/national/health-minister-orders-opioid-review-after-conflict-of-interest-revelations/article35053108/

De igual modo, los conflictos de interés de las sociedades científicas, introducen dudas muy serias sobre la objetividad del contenido de las Guías que elaboran, y podrían estar contribuyendo, como se sospecha en Canadá, a una utilización generalizada y liberal de estos peligrosos medicamentos.

La excesiva utilización de opioides en las últimas décadas ha conseguido que por primera vez disminuya la expectativa de vida entre los jóvenes blancos de clase media norteamericanos debido a muertes por sobredosis (Prince y Tom Petty serían algunas de las víctimas) y su relación con la re-emergencia de la heroína.

La sobreutilización de opioides es una verdadera tragedia de salud pública en EE.UU y está directamente relacionada con las estrategias comerciales de la industria farmacéutica que consiguen de manera muy efectiva influir en médicos y sociedades científicas. 

Los autores del reportaje de la CNN entrevistaron a dos mujeres ex-adictas que describen «la sensación de traición que sintieron cuando se enteraron de que sus médicos habían recibido grandes sumas de dinero de los fabricantes de los medicamentos que habían causado tantos estragos en sus vidas» 

La CNN analizó los años 2014 y 2015 durante los que más de 811.000 médicos prescribieron opioides a enfermos del Medicare. De ellos, el 54% (más de 200.000 médicos) recibieron alguna contraprestación con valor económico de los fabricantes de opioides (pago de congresos, cursos, invitaciones a comidas, material docente, regalos, pago por conferencias o asesoramiento..). Las cantidades de dinero van de mínimas a notables, como puede verse arriba.

Entre los médicos en el percentil 25 superior de prescripción de opioides por volumen, el 72% recibió pagos. Entre aquellos en el percentil quinto superior, el 84% recibió pagos. Entre los grandes prescriptores, el 95% recibió pagos. 

En promedio, los médicos cuyo volumen de prescripción de opioides se ubicó en el quintil superior a nivel nacional, recibieron el doble de dinero de los fabricantes de opioides que los médicos cuyo volumen de prescripción estaba en la mediana. Los médicos en el 1% superior de prescripción de opioides recibieron, en promedio, cuatro veces más dinero que el médico medio.

Nunca había sido tan evidente la relación entre las estrategias comerciales de la industria y el daño a los pacientes, en este caso dramático, en forma de muerte.

http://lowninstitute.org/news/industry-payments-doctors-opioids-just-tip-iceberg/

En un Editorial publicado en el blog de Lown Institute al respecto, se habla de que el caso de los opioides solo es la punta de iceberg:

«La CNN informa de millones de dólares pagados a médicos por compañías que fabrican opioides, pero estos pagos son solo la punta del iceberg. Usando la base de datos de ProPublica, hemos analizado todos los productos farmacéuticos que tienen al menos 10.000 millones de dólares en pagos a médicos entre 2013 y 2015. Las indicaciones de estos medicamentos abarcan desde la diabetes hasta el Parkinson y los trastornos de la piel, entre otros.»

Los editorialistas de Low Institute comprueban que los fármacos en los que la industria gasta más dinero y, por tanto, más probablemente puedan estar causando daño a los enfermos, no son los opioides:

«Hemos comprobado que los medicamentos por los que las compañías pagaron más a los médicos no eran opioides sino medicamentos contra el cáncer, anticoagulantes y medicamentos para tratar problemas de salud mental. Las compañías también desembolsaron una cantidad sustancial (más de 150 millones) por medicamentos para tratar la diabetes y la esclerosis múltiple» 

https://www.statnews.com/pharmalot/2018/03/20/former-novartis-sales-reps-bribes-doctors/?utm_source=STAT+Newsletters&utm_campaign=5d2675fbab-Daily_Recap&utm_medium=email&utm_term=0_8cab1d7961-5d2675fbab-149680581

Como escriben los editorialistas del Lown Institute, señalando una reciente demanda contra Novartis:

«Los pagos de la industria a los médicos no necesariamente significa que los médicos sean «sobornados» para prescribir más recetas. Pero si los médicos que reciben dinero no aumentaran las ventas de los medicamentos ¿por qué las farmacéuticas gastarían cientos de millones con ellos?»

http://amf-semfyc.com/web/downloader_articuloPDF.php?idart=2000&id=01_febrero_2017.pdf

Las estrategias comerciales de la industria hacen daño a los enfermos e incluso, como vemos en el caso de los opioides, matan. Participar en ellas hace cómplices a los médicos y a las sociedades científicas de sus consecuencias. 

La independencia de los médicos es una salvaguarda tan necesaria como la formación o la mejora de la seguridad asistencial.

Si no es admisible ni profesional ni socialmente que un médico no actualice su conocimiento o que no se lave las manos antes de entrar en quirófano (porque incrementa la posibilidad de que se acabe haciendo daño a los enfermos), tampoco debería serlo, por la misma razón, tener tratos comerciales con la industria.

Sencillamente.