Interesante reflexión en el último número del JAMA de marzo acerca de los congresos médicos (¡más de 100.000 al año!): «Are Medical Conferences Useful? And for Whom?«, del profesor de la Universidad de Standford y experto en epidemiología clínica y MBE, John Ioannidis, autor del aclamado artículo del PLos, «Why Most Published Research Findings Are False«.

Ioannidis critica contundentemente los presuntos contenidos científicos y académicos de los congresos así como las celebrities que se promocionan en este gran circo de la medicina

En teoría los congresos médicos tienen unos fines correctos:

«Diseminar y hacer avanzar la investigación médica, entrenar en habilidades, contribuir a la formación continuada y establecer consensos científicos».

El problema es que no existe ninguna evidencia de que los congresos médicos, tal como se desarrollan en la actualidad, contribuyan realmente a estos fines:

«La evidencia sugiere que los congresos médicos en la actualidad están al servicio de unos intereses cuestionables y que posiblemente están haciendo daño a la medicina y a los sistemas de salud»

Pseudociencia en los congresos médicos

Ioannidis comienza por criticar la irrelevante cantidad de conocimiento pseudo-científico que se genera en forma de comunicaciones y póster.

A diferencia de lo que ocurre en los congresos de otras disciplinas, como las matemáticas o la ingeniería, no existe una revisión por pares en la mayoría de ellos y, cuando existe, es poco seria: 

«El proceso de evaluación es más sentimental que científico».

Además, la gran mayoría de estas comunicaciones finalmente no se publican y, cuando lo son, sus conclusiones suelen variar sustancialmente.

Por tanto, es muy posible, argumenta el autor, que estas comunicaciones pseudo-científicas tan solo sean un vehículo de transmisión de conocimiento inexacto y precipitado.

Celebrities profesionales

Pero si el conocimiento generado es más bien «blando», los héroes clínicos encumbrados, los líderes de opinión fabricados, los investigadores patrocinados que se promocionan gracias a estos eventos suelen ser (siempre hay excepciones) mucho más irrelevantes.

Como dice Ioannidis en su artículo:

«El liderazgo es juzgado no por los méritos científicos, su duro y original trabajo sino por la capacidad de la celebritie para navegar en los círculos del poder industrial y profesional»

Peligroso mensaje para los médicos jóvenes. Si quieres llegar a ser «afamado» y «conocido» es más importante (y rápido, y sustancioso) el politiqueo y el coqueteo con la industria, que el trabajo lento, progresivo, esforzado y laborioso de la investigación clínica seria.

Termina el autor:

«Los congresos médicos, tal como están planteados, solo favorecen a los departamentos comerciales de las farmacéuticas y a las cadenas hoteleras» 

Es el momento de que se extingan como los dinosaurios o de que cambien radicalmente.