Versión en castellano del artículo para la Newsletter de la ISDB publicado en Octubre de 2023 que puede consultarse aquí. Y descargarse aquí.

Las páginas o blogs de contenidos están de retirada en Internet. Tres son las razones que podríamos enumerar, aunque probablemente haya más. En primer lugar y en relación con un área de contenidos, puede ser que se haya saturado el marco teórico y poco haya más que decir. En segundo lugar, el signo de los tiempos y la predominancia de las Redes Sociales nos invitan a la brevedad, superficialidad y fugacidad en contraposición de la profundidad, lentitud y calidad. En tercer lugar, la falta de constancia por la escasez de incentivos es un aniquilador común.

En este sentido los contenidos de una hipotética página que pertenezca al subsector de las Ciencias de la Salud con una visión crítica tendrían todo en contra. Si el enfoque o el objeto de estudio incluye a la Industria Farmacéutica y al área del medicamento, aún más. Por eso, que una página como la de la Plataforma NoGracias con más de 10 años de historia sobreviva es un auténtico milagro. La práctica totalidad de las páginas en esta área se alimentan de financiación privada (el dinero de la industria farmacéutica) o pública (instituciones, fundaciones, Ministerios…). La página de NoGracias no recibe ningún tipo de financiación y no se retribuye a las personas que en ella escriben ni a los administradores.

La Plataforma NoGracias es una organización legal e inscrita en defensa de un sistema sanitario público en un entorno de gobernanza democrática con todos sus atributos (transparencia y  rendición de cuentas y responsabilidades). Promueve la defensa de los valores de buen gobierno de las instituciones sanitarias y la ética científica y profesional. Busca limitar o denunciar las influencias indebidas, fundamentalmente la de las industrias que condicionan el ejercicio profesional (industria farmacéutica pero también alimentaria o tecnológica). Se crea en la estela del movimiento internacional “No Free Lunch” (se podría traducir la idea del slogan como: “no queremos que la industria nos invite a comer, gracias”). En este sentido orienta también sus intereses hacia la investigación científica y otras derivadas de la influencia como: dinero recibido por los profesionales sanitarios de manos de las industrias, procesos de toma de decisión en las Administraciones Públicas, políticas públicas, medios de comunicación, opinión pública, stakeholders de la industria o intereses de los pacientes.

De las características de la organización se derivan las de la página. Se trata de una página de contenidos sanitarios predominantemente generalistas, lo que nos permite proyectar una mirada global y rica. Algunas áreas de interés destacan entre las demás como la psiquiatría, filosofía de la ciencia, la bioética o la salud pública…en la línea de los intereses de los autores más prolíficos. Otras temáticas están inducidas por la agenda de la industria como los factores de riesgo cardiovascular y su abordaje farmacológico en la década pasada y la vacunología en la actual. Siempre hemos tenido la vocación de que nuestro target fuera el público general pero debido a la “deformación” profesional hemos quedado a medio camino entre éste y los contenidos para los profesionales sanitarios.

Desde el inicio hemos entendido que había que hacer una tercera o cuarta digestión de la evidencia científica. Partiríamos de los estudios y los datos primarios en primer lugar (aunque recientemente Erviti y su equipo están demostrando que puede haber discordancias entre ambos y que quizá los estudios no reflejen fehacientemente lo que los datos expresan). En segundo lugar, nos encontraríamos ya con un análisis agregado de los mismos (revisiones sistemáticas y metaanálisis). En tercer lugar, tendríamos las valoraciones de los farmacéuticos en sus distintas acepciones que, hasta el momento, son las fuentes secundarias más valiosas por fiables; bien sea en informes de posicionamiento, informes de evaluación o en boletines farmacoterapéuticos. Éstos, además, nos pueden ofrecer una información trascendente por tratarse de un conocimiento situado en el contexto geográfico en el que trabajamos, lo cual no es solo importante por lo que tiene que ver con el paciente sino también con las normas regulatorias. Este abordaje en nuestro medio nos sirve, asimismo, para evaluar el comportamiento prescriptor en un subnivel territorialmente hablando mediante el uso de indicadores. No nos cabe ninguna duda acerca de que la influencia se ha desplegado desde la primera de las etapas desde este camino que hemos descrito pero la Plataforma NoGracias y sus análisis se han centrado en el camino que viene a continuación.

Las evidencias y las recomendaciones que se derivan de lo anterior no se trasladan a la práctica clínica como quien vierte agua en un vaso sino que continúan su camino hacia lo que podríamos llamar “el sistema social de la influencia”: una relación social en la que los significados y las prácticas se despliegan mediante una correlación de la fuerza entre diferentes actores, donde pesan las jerarquías y sobre todo las relaciones de poder. Digamos que una de nuestras ventajas comparativas en relación con otras organizaciones es que somos especialistas en estudiar los intereses y el comportamiento de los diferentes actores de influencia o stakeholders de la industria (Sociedades Científicas, Key Opinions Leaders o expertos, Asociaciones de Pacientes, medios de comunicación, profesionales sanitarios, pacientes u opinión pública). Intentamos entender por qué hacen lo que hacen y cómo y cuándo lo hacen. En este sentido, y en relación con la vocación científica de nuestro trabajo, podemos prever y explicar a nuestros lectores las características, el mecanismo y los instrumentos de la influencia.

Pensamos que tan necesario es el análisis sesudo y a menudo cuantititativo de la evidencia como este otro aquí descrito. Desde luego que la influencia trabaja en este sistema relacional y lo que recoge en un lado lo aprovecha en el otro. Por este motivo pensamos que son importantes las aportaciones que organizaciones como NoGracias en España y homólogas en otros países podemos hacer a la gran labor que realiza la ISDB.

https://www.nogracias.org/

Roberto Sánchez es presidente de NoGracias.