Se ha definido medicalización como:
Se pueden establecer tres etapas en el proceso de medicalización:
(1) la que se correspondería con el inicio de la medicina científica o biomedicina (XVIII- hasta el final de la II Guerra Mundial);
(2) la que se llamaría propiamente medicalización (finales II Guerra Mundial hasta años 80);
(3) la bio-medicalización, a partir de los 80 hasta nuestros días
La primera etapa, biomedicina:
La segunda etapa, medicalización, tras la II Guerra Mundial hasta los años 80. En los 70 se acuña el término por el sociólogo de la medicina Zola
La necesidad de conceptualizar este fenómeno en esta década obedece a tres motivos:
(1) los asombrosos avances tecnológicos (respiradores artificiales, diálisis, antibióticos, mejoras en las técnicas quirúrgicas, etc…) e incremento de intervenciones sanitarias efectivas;
(2) el incremento del poder del médico, ya no solo por el prestigio moral con el que ha contado desde la antigüedad, sino también, ahora, el científico («el médico se viene arriba»)
(3) los movimientos de liberación de la década de los 60 y 70 (de la mujer, de las personas de color, de los ciudadanos contra el gobierno o sexual)
Estos tres factores influyen en un movimiento cultural de liberación de los pacientes contra el poder emergente cada vez más invasivo: la medicina
A partir de los años 80 comienza la tercera etapa de la medicalización que es llamada bio-medicalización ya que tiene diferencias respecto a la previa.
La más importante es que ya no está dirigida por los médicos sino por otras dinámicas más poderosas; el médico pasa a ser un engranaje más.
Sus causas tienen mucho que ver con el avance de la ciencia y la democracia
El progreso tecnológico alcanzado hasta entonces y las excesivas expectativas futuras generan la idea de es posible que el progreso en medicina no tenga límites; Callahan lo llama «Modelo infinito de progreso médico» que define:
Si el progreso tecnológico médico puede ser infinito, también la mejora de la salud y expectativa de vida puede serlo
Los objetivos tradicionales del progreso médico comienzan a vislumbrar que la utopía de perfeccionar al ser humano, no solo aliviar o curar, es factible
En este contexto de ciencia promisoria, los deseos de los ciudadanos se convierten en necesidades que al tener una respuesta científica son avaladas como verdaderas necesidades y llevan a alimentar nuevos deseos, empujando la innovación biomédica «hacia el infinito y más allá»
La pérdida de importancia de las religiones tradicionales en el occidente laico y las expectativas de bienestar y felicidad de la medicina promisoria son el contexto para que aparezca la medicina como nueva religión y la salud como el camino para la redención.
La salud pasa, de ser un medio para alcanzar una vida satisfactoria, a constituir un fin en sí misma
Una fe que cuenta con todos los ingredientes de las religiones tradicionales
Pero además del desarrollo tecnológico, la profundización en los derechos individuales pone las bases de la biomedicalización. En los años 80 comienza la revolución neoliberal y aparece el ciudadano/mercader, cuya forma de expresión es el consumo
La medicina pasa de ser opresora de los individuos a estar al servicio de los deseos de las personas
Pero ¿Qué desean las personas en relación con su salud?
¿Qué se considera buena vida? No hay respuesta.
Las concepciones sobre qué es una buena vida, como los deseos, son infinitos e individuales: un asunto privado
Pero ni el modelo de desarrollo tecnológico infinito ni el individualismo desencarnado son causa suficiente para la emergencia de la biomedicalización (una medicalización sin médicos, casi, una externalidad del sistema).
Los factores económicos son los que echan gasolina a todo el proceso
El cambio en las reglas de la economía mundial afecta profundamente a la industria farmacéutica y tecnológica
Las nuevas circunstancias incentivan que la industria farmacéutica se transforme en la empresa de publicidad más sofisticada y poderosa del mundo
Poco antes, el desastre de la talidomida convence a las autoridades norteamericanas de que es necesario contar con más garantías antes de introducir nuevos medicamentos al mercado, regulando la necesidad de que estén avalados por ensayos clínicos aleatorizados
El ensayo clínico, inicialmente un mero requisito administrativo, pronto se convierte en el Caballo de Troya de la industria para dominar la medicina a través de tres alianzas que se afianzarán desde los años 80:
(1) alianza con el poder médico/académico y científico: conflictos de interés
(2) alianza con el poder económico: fusiones, entrada en bolsa, globalización
(3) alianza con el poder político: patentes, OMC, Conferencia de Armonización, debilitamiento de los procesos para introducir medicamentos en el mercado (captura del regulador)
y junto con otras estrategias de marketing transforman la medicina en un Pharmageddon
gracias a los ingentes recursos económicos invertidos en publicidad, más del doble que en investigación: 22.000 euros al año/médico en España
Las estrategias de marketing multicanal ponen en crisis la Medicina Basada en la Evidencia, al incidir en todas las fases de la gestión del conocimiento clínico (generación, síntesis, difusión y aplicación) debido a los conflictos de interés de investigadores, académicos, sociedades científicas, revistas y clínicos
Y la propia investigación científica pierde su conexión con la academia y los clínicos, aliándose con emprendedores y fondos de capital riesgo, utilizando tecnologías que permiten «industrializar» la innovación»
Todo el sistema de I+D+i biomédico gravita alrededor de un agujero negro que amenaza con engullirlo llamado conflicto de intereses (no confundir con conflicto de interés; el primero hace referencia a intereses legítimos que entran en conflicto; el segundo a intereses secundarios que pueden alterar el primario o principal)
Por tanto, la BIO-medicalización es un proceso complejo (con condicionantes culturales, económicos y relacionados con la propia organización de los agentes productores de la tecnociencia), auto-alimentado por factores casi todos ajenos a la medicina
De las 7 razones que Ezequiel y Fuchs presentaban como causantes de la «tormenta perfecta de la sobre-utilización» (la sobreutilización es un fenómenos paralelo a la medicalización) dos tenían que ver con el desempeño profesional: cultura médica y medicina defensiva
Dos estaban relacionadas con los sistemas sanitarios públicos: el pago por hacer y la protocolización, y la insensibilidad al costo de médicos y pacientes
Cualquiera de estos factores por sí solos bastarían para explicar la epidemia de sobreutilización de la medicina; pero cuando interactúan el efecto es devastador
Los conflictos de intereses que están en la base de la biomedicalización han conseguido que la medicina tenga unos fines irracionales
Los pacientes unas creencias irracionales
Y los sistemas de salud públicos unos comportamientos irracionales
Con toda esta complejidad no parece justo cargar todas las responsabilidades de la bio-medicalización sobre los pacientes
(nadie se auto-bio-medicaliza; todos hemos sido bio-medicalizados)
Ni tampoco sobre los médicos
Se trata de un problema sistémico y complejo: es una deriva institucional
Para enfrentarnos a la deriva institucional hemos de pasar a otra fase de desarrollo de los sistema de salud: la social
Proponemos unos principios para guiar la reflexión sobre la innovación biomédica
Principios para guiar la reflexión sobre la interacción individuo/salud/sistemas sanitarios: hay esperanza
¿Y los profesionales? ¿Pueden seguir siendo elementos ajenos al proceso biomedicalizador?
Los profesionales serían la tercera lógica, entre la del mercado y la de las estrategias de gestión y racionalización de las organizaciones, necesaria para equilibrar sus excesos
Abel Novoa (@Abelnovoa)
Médico de Familia y presidente de NoGracias
Para saber más:
gracias por la entrada, tenia pesar por no poder arreglarme para asistir al encuentro de mañana en Madrid,sobre médicos y ciudadanos contra la medicalizacion de la vida
Asi la lectura del post me ha servido de una cierta participación…
Espero vaya muy bien el Encuentro , saludos
http://www.madinamerica.com/2016/03/germanwings-co-pilot-was-put-on-citalopram-8-days-before-crash-researched-suicide/